El turismo rural es todo un estandarte del concejo. Hoteles rurales y casas de aldea dan cobertura a este sector, que en los últimos tiempos ha posibilitado no solo la llegada de turistas a los pueblos Mieres, sino también la rehabilitación de antiguas viviendas. Ese es el caso de La Curuxa, una casi centenaria vivienda situada en La Cerezal, muy cerca de la frontera entre los concejos de Mieres y Langreo.
Conversamos con su propietario, Faustino Núñez, sobre esta casa de aldea y el panorama que se divisa para el turismo rural en el concejo.
"Tenemos confianza en los nuevos hitos en la zona como la llegada del AVE, o el nuevo interés por Asturias como destino turístico, o como refugio climático"
–La Curuxa es una casa de aldea construida en 1929. ¿Cuál ha sido su historia a lo largo de estos casi cien años de existencia?
–Es una edificación que llevaron a cabo mis abuelos con todo el sacrificio y la precariedad de esa época. Como otros muchos promotores que se embarcaban en la construcción de una casa o cuadra, había que comenzar preparando la madera. Para ello, acudir a la mata elegida para seleccionar las piezas que iban a ser taladas y eligiendo el momento mas adecuado para ello. Después de la preparación de la madera, transportarla hasta el lugar elegido y facilitar su secado. Con la piedra el proceso se inicia buscando una cantera de donde extraer esta y que sea lo mas próximo posible a donde se ubicara la construcción. El método de extracción se realizaba con maza, punterola y algo de dinamita, si era posible. El arrastre hasta el lugar de construcción se llevaba a cabo con animales, caballos, burros o yunta de vacas, que tiraban de carro, rastro o carreña. Las cargas eran también porteadas por las personas, con artilugios como el ballarte (útil para llevar carga entre dos), y también la piedra pequeña, con cestos. Como curiosidad las mujeres los llevaban en la cabeza. Todo el transporte se realizaba con tracción de sangre.
Mi abuelo contrató con D. Ramón Gutiérrez (maestro carpintero) la tarea de colocar marcaciones, envigar, pontonar y cubrición. Y con otros el trabajo de cantería. Todos los materiales deberían estar depositados a pie de obra. El esfuerzo de mi abuelo fue extremo, ya que después de trasladarse todos los días a su trabajo de minero en Carbones de la Nueva (caminando aproximadamente seis kilómetros en el trayecto de ida y lo mismo de vuelta) y picar carbón. Una vez regresaba a casa, había que extraer la piedra, atender el ganado y demás labores del campo.
Como era habitual en aquella época, falleció con cincuenta y pocos años, no era una vida fácil. Yo no llegué a conocerlo.
Construida la casa, la unidad familiar compuesta por mis abuelos y cuatro hijos, vivieron tiempos muy difíciles a consecuencia de la Guerra Civil y la Posguerra. Hay que tener en cuenta que el pueblo de La Cerezal fue muy perseguido por su calificación de rojos.
–¿Cómo, cuándo y por qué se decide convertirla en casa de aldea?
–Este tipo de construcciones, con el paso de los años, van necesitando de un importante mantenimiento que requieren fuertes inversiones, ya que de no ser así, acabaran en ruina.
En el 2016 nos planteamos reparar el tejado y hacer alguna mejora para evitar el deterioro de la construcción. Al contactar con el aparejador y ver las necesidades que la vivienda tenía, surgió la idea de una rehabilitación mayor y la posibilidad de convertirlo en alojamiento rural
–Hoy por hoy La Curuxa es una de las casas de aldea más grandes del concejo. ¿Cómo se distribuye su interior? ¿Qué servicios ofrece?
–El alojamiento consta de dos edificaciones comunicadas interiormente, lo que en su día fue cuadra y pajar y lo que es la casa propiamente dicha.
El alojamiento consta de un total de seis habitaciones, tres cuartos de baño completos y salón-cocina totalmente equipada de 40m2. Asimismo, la zona de comedor dispone de chimenea de leña. En el exterior, porche de 38m2, provisto de parrilla, horno de barro, y magnificas vistas a la sierra del Aramo.
La capacidad de todo el alojamiento es de diez huéspedes. Se puede utilizar solo una parte y entonces sería para seis.
El alojamiento esta dotado de todo el equipamiento necesario para hacer agradable la estancia.
Una de las habitaciones de la casa |
–¿Qué tipo de huéspedes recibe esta casa de aldea? ¿Hay algún perfil más o menos generalizado?
–Recibimos grupos de amigos, que encuentran en las instalaciones un punto de reunión y disfrute, y cada vez es más habitual que sean familias.
–La Curuxa se dio a conocer el pasado verano gracias a dos hechos. Uno, muy lamentable, el de un grupo de turistas que cometieron actos vandálicos en la casa. Sabemos que denunciaron lo sucedido. ¿En qué punto se encuentra este asunto?
–Actualmente hay dos vías. Por un lado está la denuncia ante las autoridades competentes, que ya han dado traslado al juzgado. Por otro lado se encuentra la denuncia realizada ante la plataforma Airbnb, ya que los huéspedes alojados, habían hecho la reserva a través de la misma.
–A raíz de aquello, tanto ustedes como la Asociación de Alojamientos Rurales de Asturias pusieron de relieve la desprotección en la que se encuentran, ya que los seguros no suelen cubrir este tipo de actos. ¿Qué convendría llevar a cabo para evitar esa situación?
–Desde nuestro punto de vista, solicitamos a los distintos agentes implicados en el sector turístico, y especialmente la administración, que ya que los alojamientos tenemos que cumplir unos requisitos, existan medidas de protección para que estos actos no queden impunes.
–Más positivo fue el segundo hecho, y es que el stand del Ayuntamiento de Mieres en la FIDMA repartió cientos de octavillas sobre esta casa de aldea. ¿Han notado en estos meses una mayor afluencia gracias a ello?
–Queremos aprovechar desde aquí, para mostrar nuestro mayor agradecimiento al Ayuntamiento de Mieres, por el apoyo que muestra al turismo local, y la difusión que realiza en distintos eventos.
Es pronto para poder valorar el efecto de la Feria de Muestras, pero todo ayuda.
Salón de la casa |
–Hemos hablado de algo muy desagradable, así que compensémoslo con algo radicalmente opuesto. ¿Nos podrían contar alguna anécdota divertida acontecida en La Curuxa?
–Siempre valoramos muy positivamente, cuando vamos a despedir a los huéspedes alojados y vemos que tras su estancia en las instalaciones el grado de satisfacción es alto y se llevan una muy buena impresión.
–Tenemos que hacer la pregunta, ¿qué tarifas se manejan para el alojamiento en la casa?
–Actualmente la estancia mínima es de dos noches, con una horquilla de precios por noche desde los 350€, a los 500€ en fechas de alta demanda (Semana Santa, nochevieja, puentes…). Todo esto para la ocupación con diez huespedes.
En caso de ocupar solo la casa con capacidad para ses huéspedes, mejor consultar.
–¿Se cobran algún tipo de suplementos por niños o los servicios asociados a ellos, como la cuna? ¿Se admiten animales?
–No existen suplementos por niños y el servicio de cuna es gratuito.
Por otro lado dada la experiencia con otros alojamientos de la asociación, no admitimos mascotas, por el bien de otros huéspedes que puedan ser alérgicos, así como la dificultad que implica una limpieza profunda.
–Desde fuera, da la impresión de que el turismo rural va abriéndose camino en el concejo. ¿Cómo se ve desde dentro?
–A pesar del poco tiempo que el alojamiento lleva funcionando, sí se ve una importante implicación desde los organismos locales, pero está claro que queda mucho por hacer. Tenemos confianza en los nuevos hitos en la zona como la llegada del AVE, o el nuevo interés por Asturias como destino turístico, o como refugio climático. Debemos trabajar más en la desestacionalización del sector y buscar una ocupación mas continuada en el tiempo.
–¿Hay apoyos públicos para este sector, ya sea para la rehabilitación de la vivienda o para su alta como casa de aldea? ¿Cómo se comportan las administraciones en ese sentido?
–Existen ayudas a través del Plan LEADER. El nivel de exigencia es alto, aunque con un proyecto solido es factible.
Sí sería bueno que se agilizasen los trámites administrativos, ya que el proceso se dilata mucho en el tiempo con el consiguiente perjuicio económico para los promotores.
–En los últimos tiempos se han puesto en marcha distintas viviendas vacacionales en diferentes pueblos del concejo. ¿Qué diferencia una vivienda vacacional en un pueblo de una casa de aldea como La Curuxa?
–Las viviendas vacacionales generalmente están ubicadas en las ciudades, son pisos o apartamentos. Las casas de aldea están construidas con piedra y madera y están ubicadas en entornos rurales.
–¿Qué papel juegan para los alojamientos como el suyo webs y plataformas como Booking o las propias reseñas de Google?
–Plataformas como Booking o Airbnb, facilitan una cartera de clientes, incluso a nivel internacional, a la que sería difícil de llegar sin ellas. Eso sí, los cánones o comisiones son elevados y el grado de defensa del anfitrión es muy reducido.
Por otro lado las reseñas que ofrecen tanto plataformas como Google son importantes, si bien no podemos ser rehenes de todo lo que allí se publique.
–Imagínense, ya para finalizar, que un posible huésped está leyendo esta entrevista y le faltan dos o tres motivos para decidirse a visitar La Curuxa. ¿Qué le dirían?
–Si quiere disfrutar de un entorno natural, en un paisaje protegido de las Cuencas. Con cercanía a núcleos de población como Mieres, Langreo, Oviedo o Gijón. Con un importante patrimonio industrial. Con actividades para los mas deportistas como rutas en bicicleta, con puertos míticos de las etapas de la Vuelta Ciclista a España, rutas de senderismo de alta, media y baja montaña así como disfrute de esquí en periodo invernal. Todo ello en unas instalaciones con un alojamiento que le permitirán un disfrute y desconexión total. No lo dude, este es su sitio de vacaciones.
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