Figareo cuenta con uno de los parques más grandes del concejo de Mieres, que también es uno de los más concurridos, dado el altísimo número de niños que recibe por contar con el centro de educación vial en su interior. Sin embargo es uno de los parques más abandonados del concejo.
Duele saber que se ha invertido mucho en diferentes parques del concejo y que el Tartiere de Figareo ha sido, una vez más, el gran olvidado. Ni zonas para que los niños jueguen ni aparatos para gimnasia al aire libre ni tan siquiera unas nuevas mesas que sustituyan a los merenderos tan deteriorados de la zona final del parque.
Se olvidan quienes nos gobiernan de que por su extensión el Tartiere es uno de los grandes parques del concejo, solo por detrás del Jovellanos de Mieres y al tú por tú con el de La Riquela, en los que sí se han hecho inversiones en los últimos años. La diferencia entre el Tartiere y los otros es que el Tartiere es el único parque de Figareo y tiene un amplio espectro de usuarios, que van desde los niños que vienen a las clases de educación vial a la gente mayor que lo usa para dar un paseo. También deportistas que muchas veces aprovechan para dar un paseo. Y por supuesto, niños y niñas de Figareo con sus padres y madres. No es de recibo que, con tanta afluencia, nadie se preocupe en invertir un poco para modernizar y mejorar la imagen de este parque.
Raquel García
(Figareo)
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