La literatura y el humor en asturiano encuentran en Mieres a uno de sus grandes nombres, el escritor y monologuista Ángel Menéndez Blanco.
Ángel Menéndez Blanco vino al mundo en Villayana el 1 de marzo de 1899. Sin embargo, su familia se trasladó a Santa Cruz cuando él era niño. Ya en su infancia destacó como un niño creativo, que era capaz de sacar sonrisas a todo aquel que escuchase los poemas y monólogos que discurría.
En 1912 Ángel empezó a trabajar en la Sociedad Hullera Española, donde estuvo hasta 1955, cuando se jubiló por silicosis. A los veinte años, en 1919, contrajo matrimonio con Consuelo Cachero, natural de Santa Cruz, con la que tuvo cinco hijos: Estelita, Ángel, Piedad, María del Rosario y María Consuelo. Al poco de casarse, en 1920, publicó su primer trabajo, un libro con tres monólogos y un poema titulado A mio Asturies. Acababa de nacer Ánxelu, el nombre artístico que se dio.
En 1929 comenzó a despuntar con sus monólogos, que montaba en teatros y actuaciones benéficas. Tras instalarse durante un tiempo en Gijón y montar un taller, en 1934 regresó a Mieres. La guerra no fue fácil para este militante del movimiento anarquista, pero una vez concluida la contienda, Ánxelu siguió triunfando en los escenarios con sus monólogos asturianos y decenas de obras editadas por Luis Fernández Cabeza y la Librería Cultura. Entre sus títulos más célebres, Pa Marruecos, Celedonio (1952); El tiru por la culata (1958) o De un tiru tres páxaros (1960).
Fue en Mieres donde, en la década de los 50 fundó La Gracia Artística, integrada por varios guitarristas, un actor cómico y él mismo, y con la que alcanzó un notable éxito allí donde representaron. Fue también impulsor del Concurso de Monologuistas Asturianos, que en 1973 comenzó a celebrarse en el desaparecido teatro Capitol.
Ánxelu se mudó a Gijón en 1972. Pese a ello, no dejó de frecuentar Mieres. Su vida llegó a su fin el 5 de febrero de 1987, a escasos días de cumplir 88 años. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio municipal de Santa Cruz.
En 1996 la editorial Trabe recopiló todas sus obras en Monólogos, poemas y teatru asturianu. Fue un homenaje póstumo a un hombre que sembró sonrisas durante décadas y que escribió una página importante de la historia de la literatura en asturiano.
Fotografías:
·Ánxelu en la portada de Monólogos, poemas y teatru asturianu.
·Portada de uno de sus Monólogos Asturianos.
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