Se cumplen seis meses de la puesta en marcha de la lanzadera que une el Caudal y el Nalón, Mieres y Laviana, para acercar a los vecinos y visitantes de la otra cuenca a la alta velocidad, con Mieres-Puente como punto de finalización e inicio de los servicios y el balance no es muy positivo.
El servicio se puso en marcha el 18 de mayo y lo hizo como se debe en una línea de estas características, esto es, con mucha publicidad y amplios reportajes en medios de comunicación. Sin embargo, no consiguió arrancar con buen pie ni desarrollarlo en casi medio año. Durante estos seis meses, los tres servicios de ida y los tres servicios de vuelta han ido sino vacíos, casi vacíos. Cabe comentar que cada viaje hace paradas en El Entrego y La Felguera y que pasa también por la estación de autobuses de Mieres, a diferencia de la línea Mieres-Sama, que culmina en la calle Doce de Octubre. Solo por eso, podría haber arañado algún viajero más, pero ni así.
Me cuentan desde el grupo Llaneza, que explota estos servicios desde su filial Alcotan-Zapico, la antigua Alcotan, que ha habido días en los que en los seis servicios se hicieron de vacío y que el máximo de viajeros diarios se podría contar con los dedos de las manos… y sobrarían dedos. La lanzadera sigue adelante porque, fundamentalmente, se halla subvencionada y porque es un servicio a la ciudadanía con el que hay que cumplir. Ahora bien, su rentabilidad es cuestionable.
No seré yo quien pida su retirada, pues, insisto, me parece algo necesario para las dos Cuencas. Quizás sí que sea conveniente darlo más si cabe a conocer, con publicidad a gran escala en ambas Cuencas y no asociarlo únicamente al tren, sino venderlo como lo que es, una línea que puede estar bien para todo aquel que quiera ir de Mieres al Nalón, y viceversa, por la minera, en una hora de trayecto si se va La Pola, cuarenta si se queda en La Felguera. Quizás los tiempos jueguen en su contra, ya que a La Felguera desde Doce de Octubre se tardan veinte minutos. Relacionado con ello, puede que también influya que desde el Nalón se pueda ir en menos tiempo sin problemas a cualquiera de las horas en las que salen los viajes a Mieres. Y si se trata de ir a la capital, es posible hacerlo en más o menos el mismo tiempo: de Laviana a Mieres se tarda una hora; de Laviana a Oviedo, una y cuarto. Desde La Felguera a la capital hay cuarenta y cinco minutos en autobús; a Mieres, cinco menos. Y sí, Mieres-Puente no tiene nada que hacer si se compara en accesibilidad, servicios y muchos más factores con la estación de tren de Oviedo.
Sea como fuere, lo que está claro es que algo se tiene que hacer para intentar atraer viajeros y que los autobuses sigan circulando vacíos. En los tiempos que corren, en los que se debe apostar firmemente por el transporte público, no podemos permitirnos perder ni una línea, pero debe hacerse algo para que se usen.
Álvarez
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