Ecuador de la legislatura para el PP. Los populares celebran una bonita efeméride para ellos, ya que hace dos años lograron ser el segundo partido más votado, con 131 votos más que el PSOE. Llegaron a los 2.868 votos, con tres concejales. Sumaron un edil y 835 votos más que en 2019. Fernando Hernández repitió con éxito como candidato y volvió a resultados de 2015.
Pueden estar contentos por los resultados y porque en estos dos años han sabido mantenerse como lo que son, oposición. Con mayor o menor acierto, han dado titulares, ha habido polémicas. Han llegado hasta a Telecinco, con la memorable y absurda polémica sobre el taller de vulvas en arcilla. Han rendido en la oposición y lo han hecho, en grandísima medida, gracias a convertirse en lo que un buen amigo mío llama, en tono sarcástico, el PPV o, lo que es lo mismo, el Partido Popular de Víctor.
Aunque no lo parezca, en el grupo municipal popular hay tres ediles. Pero es uno, Víctor Ferreira, el encargado de sacar notas de prensa, publi en medios y redes, broncas en Plenos… Se sabe que Fernando Hernández sigue siendo portavoz, pero su presencia mediática escasea, y eso que él era muy de presencia mediática. Más discreta se ha movido siempre Piedad Fernández, la otra concejala popular.
Si en la anterior legislatura había visto un PP más cercano a la gente y sus problemas, en esta estoy viendo un PP más frío, menos amable, quizás por el tono más agresivo que están usando desde la oposición. Entiendo que es lo que se lleva, basta mirar a Madrid, pero quizás estén perdiendo con ello el factor que les hizo ganar un edil y más de ochocientos votos en las últimas elecciones.
En cuanto a políticas, más allá de la crítica continua a todo lo que hace o ha hecho IU, han planteado propuestas muy variopintas. Desde una escultura con un minero sentado en un banco para captar turismo de postureo, ese que no viaja por viajar, sino por hacerse fotos y subirlas a redes en busca de me gustas, a, posiblemente la más interesante, la necesidad de vallar en condiciones el tramo de Feve que atraviesa Figaredo.
Quedan dos años para terminar la legislatura. A ver qué pasa en 2027 y a ver a quién llevan como candidato. No me sorprendería que fuese Ferreira. Pronosticaban algunos lectores hace unas semanas que no sería raro que Vox ganase en votos manteniendo la misma táctica electoral que en 2023. No descarto que pueda haber una subida de Vox, pero me cuesta verlos por delante del PP. También quedará ver qué pasa con el PSOE y si los populares se mantendrán o no por delante de los socialistas.
De momento, aún quedan dos años para saberlo.
ELCARABA
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