A finales de abril os escribí para denunciar públicamente que una perra abandonada vagaba por Gonzalín pese a las llamadas de varios ciudadanos preocupados por el animal y a los documentos que algunos otros metieron por registro. Mi idea, consensuada con más gente, era la de dar a conocer el caso a la opinión pública y exponerlo en un medio que sabía que nos iba a escuchar, algo que no hicieron otros más grandes.
Un mes después os vuelvo a escribir para mostraros las consecuencias de aquel artículo en el que no se criticó a nadie. Solo se criticó la inactividad de la Policía Local y que los grandes medios no se hicieran eco del caso.
Son solo tres de las muestras que hemos recibido quienes nos preocupamos por el animal. Mensajes amenazantes en público y en privado por las redes sociales y por correo desde distintos perfiles que, por la expresión, parece que debe ser el mismo.
Nadie conoce a esta persona o personas que desde entonces y, tras la captura de la perra en torno al 10 de mayo, ha escrito y sigue escribiéndonos a mí y a otras personas párrafos tan conciliadores, nótese la ironía. Es evidente que toda la educación y el buen hacer que dicen haber tenido con la perra no lo saben gestionar con las personas. Son muy animalistas, pero poco personistas, por lo que se ve.
Expongo sus mensajes con el mismo fin con el que expuse el caso de la perra, tras consultarlo con otras personas que también han recibido privados en similares términos: dar a conocer lo regular que está la gente. Es cierto, no subimos a Espineo tres veces al día a dar de comer a la perra ni pagamos su desparasitación. Sí llamamos a la Local, metimos escritos por registro y nos pusimos en contacto con el albergue. Y sí, dimos el caso a conocer en esta web a la que hemos vuelto a escribir para retratar a esta persona/s. Porque si el primer artículo no tenía un ápice de crítica contra nadie que no fuese la Policía Local, el proceso, los plazos y las formas, en este sí que hay crítica. Aunque igual es tan sutil que no la has/habéis detectado. Es lo que tiene el que las personas con educación no nos expresemos con asteriscos.
Ojalá no vuelva a pasar, pero Medioambiente, la Local y el albergue deberían tener algún protocolo de actuación para casos como el de esta perra y evitar que surjan iniciativas privadas y líos como estos. Espero que la pobre animalina se recupere de los problemas de salud que tenía y que caiga en mejores manos. Y que ese dueño que al parecer tenía sea debidamente investigado.
Mierense regular y otros mierenses con respeto
(Mieres)
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