La semana pasada tuve la ocasión de escuchar una conversación de bar un tanto particular. Dos clientes comentaban al tiempo que miraban varias declaraciones de bienes de los ediles de la actual corporación. No se pueden reproducir algunos de sus comentarios, pero sí recoger su extrañeza por datos que no cuadraban.
Vayamos por partes… La legislación obliga a que, en el caso que nos ocupa, los veintiún ediles, alcalde incluido, cubran una declaración de bienes, derechos y obligaciones patrimoniales y declaración de causas de posible incompatibilidad y actividades, al poco de tomar posesión. Esa declaración de bienes no es sino una declaración responsable, en la que cada cual incorpora lo que considere oportuno. No es una auditoría externa; no va avalada por datos bancarios, de Hacienda o de la DGT. Cada edil cubre con los datos que considera oportunos.
Evidentemente, las declaraciones que figuran en la web municipal datan de junio de 2023. Han pasado dos años y es normal que, como apuntaban en la conversación, no sé quién haya cambiado de coche o haya comprado un inmueble que no aparece reflejado. De hecho, aún se conserva publicada la efectuada por Aníbal Vázquez. Pienso que debería exigirse una actualización, al menos, a mitad de legislatura y otra al final. Entiendo que son veintiuna declaraciones responsables, pero es un plus de transparencia. Precisamente la Ley 19/2013, de Transparencia, invita a esa actualización periódica de estas declaraciones en su artículo 5.
Más allá de ese beneficio de la duda dado por el paso del tiempo, cabe que en su momento se haya declarado menos de lo que se tiene. ¿Es legal? Es una declaración responsable, pueden hacerlo, aunque no sea ni lo más responsable ni lo más ético ocultar parte de tu patrimonio siendo un servidor público.
En la conversación también hablaban de coches. No me parece lo más adecuado que estas declaraciones tengan marca y modelo de cada vehículo. Creo que con una indicación genérica es suficiente. Lo mismo con algunos bienes inmuebles, en los que constan generalmente nombres de pueblos. Vale que en Mieres nos conozcamos todos, pero es innecesario que sepan qué modelo de coche tienes o dónde tienes una casa. Que se lo pregunten al edil cuyo coche apareció rociado con ácido hace una década o a aquel otro al que le hicieron unas cuantas pintadas en la fachada de su casa hace más de veinticinco años.
ELCARABA
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