ÁLVAREZ OPINA: El concejo del transporte

El regreso tras las vacaciones me obliga a volver a donde me quedé, hace ya dos meses: ese futuro uso que aún no llega para la antigua estación de El Vasco. Les emplazaba a septiembre para hablarles de algo que podría encajar en ese porvenir del edificio, sin actividad desde hace un año.


El pasado mes de abril, en un puesto de libros del rastro ovetense, me encontré con un libro titulado La colección Llaneza y publicado por Pullmans Llaneza en 2012. Lo compré. Me lo llevé a casa y me sumergí en su lectura al tiempo que me llevaba unas cuantas sorpresas. 
Mi mente recordó haber leído algo de esa colección iniciada hace cuatro décadas por Guillermo Fernández Llaneza, pero no calculaba la magnitud de aquella colección, con más de seis mil piezas de autobuses, camiones y trenes a escala, amén de otros juguetes que representan a un centenar de países. Y por supuesto, miniaturas y juguetes exclusivos de la propia empresa. En el libro se habla también de algunos vehículos históricos, pequeños autobuses Chevrolet y Ford de los años 30 y 40 del pasado siglo, asociados a los orígenes de la empresa, nacida en Mieres y muy vinculada al concejo desde entonces.
Aquella misma noche le enseñé el libro a mi pareja, más conocedor del mundo del motor que yo, y me comentó que hace unos años el propio Guillermo Fernández Llaneza pidió en un diario regional un espacio para poder exponer sus piezas. La jubilación se acercaba y su plan era darle un espacio fijo a la colección, a modo de museo, ante una eventual entrada de nueva savia a la empresa. La nueva savia llegó en 2020, de la mano del Grupo Sanjuán Abad, dueño de Pullmans Llaneza desde entonces. Por esa razón o por cualquier otra, dos de los vehículos históricos de la empresa fueron vendidos a una empresa gallega, que los transformó para hacerlos parecer propios. Mi pareja me puso en contacto con trabajadores de la empresa que desconocen qué ha sido de la colección, para la que no tienen más que elogios. 
¿Y por qué no un museo de autobuses y trenes en miniatura en una antigua estación de tren? Y así fue como surgió la idea que dio pie a este artículo. Antes de que la colección se venda, como los autobuses históricos. En una noticia de hace siete u ocho años, Guillermo Fernández Llaneza afirmaba que le habían ofrecido espacios en Mieres y Oviedo para exponerla permanentemente. En Mieres, el chalet de Figaredo. No aceptó porque le tocaba asumir su rehabilitación, tras unos tres o cuatro años cerrado, en aquel entonces. La antigua estación de El Vasco se halla bien conservada, al menos en apariencia. Cualquiera que pasase por los Servicios Sociales lo sabe. 
En un concejo tan ligado al transporte de viajeros por carretera, con Pullmans Llaneza, la Empresa Municipal de Transportes, Maximino, la Fernández, Rosi... y con innumerables historias ligadas al ferrocarril, ¿por qué no orientar esa antigua estación al mundo del transporte? ¿Por qué no un museo del ferrocarril y el transporte? Céntrico, con una locomotora minera tras de sí, con espacio para posibles ampliaciones, para actividades en el exterior. El albergue de peregrinos, que se habló de ubicar en esta antigua estación, puede abrirse en el chalet del Notario Vigil también céntrico, y mataríamos dos pájaros de un tiro. Me irrita que este verano se hayan escrito ríos de tinta sobre el nuevo PGOU pero que en ninguna noticia o declaración se haya aludido a la de edificios públicos bien situados y con posibilidades que permanecen cerrados. 
Álvarez

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