Rosa Llana Rodríguez vino al mundo en
el año 1924, en una pequeña casa de los Cuarteles de San Francisco, en Turón.
Hija de carniceros, pasó su infancia y su adolescencia compaginando los
estudios con el trabajo en la carnicería familiar. Fue testigo también del
intenso movimiento que, primero con ocasión de la Revolución de 1934 y después
con la Guerra Civil y la posguerra, tuvo el valle turonés.
Finalizados sus estudios primarios, en
1940 fue enviada a aprender corte y confección a un local en La Felguera de
Turón, donde se formó durante varios años en el oficio de la costura, como
otras muchas muchachas de la época.
*Rosa Llana. |
Tras varios años dedicada
exclusivamente a las labores del hogar, a principios de los sesenta se
convertía en planchadora y costurera del hospital. Con ese oficio se jubiló en
1989, con setenta y cinco años. Poco antes, en 1987 se afiliaba a la Asociación
de Amas de Casa de Mieres, de la que en 1990 fue nombrada presidenta. Tras
enviudar en 1994, Rosa se centró de lleno en la asociación, impulsando
numerosos cursos y talleres de formación, así como charlas, coloquios y
actividades de todo tipo, como jornadas de convivencia o viajes. Todo en
defensa de la mujer y de la ama de casa y trabajando con escasos medios, desde
su propio domicilio. Su trabajo al frente de la asociación hizo que se
disparase el número de socias, llegando a rondar las 150 en 2010.
A sus 93 años, Rosa sigue disfrutando
de Mieres y participando en diversas actividades tanto de su querida asociación
como de carácter cultural. Mujer incansable, adalid de la lucha por los
derechos del colectivo femenino y, en particular, de las amas de casa, un
colectivo a menudo infravalorado y al que ella supo dar visibilidad y
protagonismo en el concejo.
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Comentarios
Es una de las mujeres con la caligrafía más bonita que he conocido.