CRÓNICA NEGRA MIERENSE: Asesinato en el bar (1995)

Medianoche del 15 de febrero de 1995. En un bar situado en la calle La Vega, casi frente a la Plaza de Pepa La Lechera, entra Óscar Núñez. En el local se encuentra acabando de cenar un hombre al que conocía y con el que mantenía malas relaciones por discrepancias sobre unos terrenos arrendados en la zona de La Raíz.
Discuten por esos mismos terrenos, intercambiándose insultos y todo tipo de improperios. El otro hombre se va. Vuelve un cuarto de hora después, pistola en mano, y efectúa desde la puerta del local tres disparos contra Óscar, que se encontraba en la barra del bar, de espaldas a la puerta del local. Dos le alcanzan en la región posterior externa del antebrazo. El tercero, en la espalda. Es este último el que le provoca una hemorragia interna que le causa la muerte poco después en el HUCA. 
Recorte de prensa de ABC
El agresor huye del lugar de los hechos tras efectuar los disparos. Se deshace de la pistola en la calle Covadonga y abandona Asturias, siendo detenido horas más tarde en Verín, en la provincia de Ourense.
Guardajurado de Hunosa, ya jubilado, había cometido el crimen con una pistola semiautomática que no figuraba registrada a nombre de nadie. De hecho, la licencia de armas que había tenido con motivo de su trabajo le había sido revocada en 1989 y se le había denegado la solicitud de licencia para el uso de armas cortas unos años antes, por motivos de salud.
Óscar, que había trabajado con su agresor en Hunosa, y con el que tenía esos problemas relacionados con el arriendo de unas fincas, dejó mujer y cuatro hijos.
Este es el relato de un crimen que causó un gran impacto en el concejo. El asunto llegó a los tribunales dos años después. Fue a mediados de 1997 cuando la Audiencia Provincial condenó al agresor en su sentencia 496/1997 como autor de un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas. Entre los dos, sumó una pena de prisión de veintiséis años, ocho meses y un día. Junto a esta pena principal le fueron impuestas otras penas accesorias, entre ellas, la prohibición de volver a Mieres durante seis años. La sentencia estableció también una indemnización de 35 millones de pesetas a favor de la esposa de Óscar y de 15 millones para cada uno de sus cuatro hijos, corriendo también el condenado con los gastos hospitalarios, de entierro y los del propio juicio. En total, casi 98 millones de pesetas, algo más de medio millón de euros.
El condenado recurrió la sentencia en casación al Tribunal Supremo, viendo rechazado su recurso unos meses después y teniendo que asumir las costas del mismo.

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