LA TRIBUNA DE MONTERDE: Chanchullos a pequeña escala

En los últimos años raro es el día en el que los medios no informen de algún chanchullo de políticos, empresarios, deportistas… Chanchullos que se producen a gran escala para obtener algo: mordidas, contratos, deducciones fiscales…

Un chanchullo se descubre siempre cuando alguien, desde fuera, observa que hay algo que no cuadra. Es entonces cuando el chanchullo salta a los medios, se hace público y comienzan a rodar cabezas.

No. No esperen que en esta Tribuna se vaya descubrir un chanchullo de grandes dimensiones. Pero sí uno en pequeña escala que muestra cómo esas cosas que no cuadran se pueden observar también en contextos en los que a priori no tendrían cabida.

Esta Tribuna ve la luz gracias al testimonio y a las pruebas que una lectora, Ana, hizo llegar a la redacción de esta página. Ana, además de lectora nuestra, es también oyente de la antena local de una conocida emisora de radio: COPE Mieres. Hace unos meses, desde la emisora convocaron un certamen para premiar a los jóvenes que realizan labores de voluntariado en la zona del Caudal. Los institutos enviaban a uno o dos chavales que colaborasen como voluntarios en alguna causa, los entrevistaban en la emisora y finalmente un jurado elegía entre todos ellos quién debía llevarse el premio. Las cosas como son: la idea es muy interesante, por el hecho de reconocer a quienes hacen labores de voluntariado y también porque seguramente habrán animado a más jóvenes a seguir el ejemplo de los participantes. El certamen era organizado por la emisora, con la colaboración del Ayuntamiento de Mieres, la Fundación Liberbank y dos empresas privadas: Tartiere Auto y Librería La Pilarica.

Respuesta de los organizadores a nuestra lectora

Hace unos días la emisora anunció al ganador y a los finalistas. Ana, como oyente y seguidora del concurso, les preguntó quiénes habían sido los miembros del jurado. Solo obtuvo largas. Tras mucho insistir, le señalaron que “el jurado lo componían un sociólogo y una psicóloga pertenecientes al Ayto. de Mieres, un profesor de cada colegio participante”, apuntándole de una manera quizás no muy ortodoxa que “toda esa información que demandas se repitió hasta la saciedad en antena durante los cinco meses que estuvo en antena el programa. Si tuviéramos que informar individualmente a cada oyente no tendría horas el día” y dejando claro que “las papeletas de votación siguen custodiadas en la emisora”. El mensaje al completo se puede ver en la primera captura que acompaña a este artículo, a la derecha de estas palabras.

Respuesta del Ayuntamiento

Ana no quedó conforme con la respuesta y escribió un correo electrónico al Ayuntamiento. Ojo a la respuesta: “el Ayuntamiento no tiene ningún papel en la organización de esos premios premios [sic] sino que son organizados por la emisora local de COPE”. Desde el Consistorio le dejaron claro que “no hay ningún sociólogo/a en plantilla; sí que hay psicólogos relacionados con el área de Servicios Sociales, pero no fueron enviados por el Ayuntamiento, al menos en lo que tiene en conocimiento la concejalía de Cultura”. Si la plantilla municipal no cuenta con sociólogos y no se ha enviado a ningún psicólogo, no hace falta ser muy espabilado para ver que hay algo que no cuadra entre las versiones de ambas partes.

Que estas cosas pasen no está bien, pero que sucedan en un concurso pensado para jóvenes es todavía peor. ¿Qué ejemplo es el que se acaba dando? De momento ninguna de las partes se ha pronunciado públicamente sobre este asunto, más allá de los comentarios de la cadena de radio en su perfil de Facebook, respondiendo a Ana. Seguramente habrá quienes piensen que esto no tiene la menor importancia, pero para acabar con los chanchullos a gran escala es fundamental y acabar con los que se producen a escalas menores, como este. 

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