Mucho se lleva hablando del pozo Santa
Bárbara y de su futuro en los últimos años. Es el único pozo del concejo
declarado Bien de Interés Cultural, lo que le favoreció que parte de sus
instalaciones fuesen restauradas entre septiembre de 2014 y julio de 2015 con
una inversión de 660.000 euros por parte del Ministerio de Cultura.
Decenas de planes han sido puestos
sobre la mesa por parte del Gobierno local y los partidos de la oposición en
torno a qué hacer, de qué contenido dotar, a las instalaciones que fueron
restauradas hace ya cuatro años. Ninguno de ellos ha conseguido salir adelante:
Hunosa sigue siendo la propietaria del complejo minero y la cesión al
Ayuntamiento, necesaria para poner en marcha cualquiera de esos planes, se ha
venido dilatando en el tiempo.
Recorremos el pozo Santa Bárbara en
este nuevo Pasen y vean.
[NOTA. Todas las imágenes se amplían
haciendo clic en ellas. Por los problemas que daban las presentaciones de
Flickr en dispositivos móviles, hemos decidido, con este reportaje, probar este
otro montaje, con las fotografías acompañando al texto]
Vista de parte de las instalaciones desde Pervaca
La historia del pozo Santa Bárbara se remonta a 1913, cuando la explotación fue inaugurada por Hulleras de Turón en La Rebaldana. Los ingenieros de la compañía sabían que estaban ante una oportunidad única de hacer crecer su negocio, entonces concentrado en las minas de montaña San Víctor y San Pedro. En apenas cinco años la producción de la compañía creció, duplicándose. Fue solo el comienzo de un crecimiento imparable, que llevó a invertir en tecnología, en medios y en construcciones necesarias para la actividad minera del valle, como el desaparecido lavadero de La Cuadriella, construido en 1926.
El pozo, en los años 20. Archivo histórico minero.
En las décadas de los 40, 50 y 60 fue objeto de diversas remodelaciones, como la construcción en 1962 de los dos castilletes que aún conserva, junto a las respectivas casas de máquinas de los mismos. Se reformaron otras instalaciones, como el pozo de ventilación o la casa de aseo.
En 1970 el pozo Santa Bárbara pasó a
ser propiedad de Hunosa, que continuó con su explotación hasta el 2 de diciembre
de 1994. Las instalaciones fueron clausuradas definitivamente el 31 de julio de
1995.
Tras nuestro recorrido por las
instalaciones del pozo, en la calurosa mañana del pasado 14 de agosto, podemos
destacar las siguientes cuestiones:
-Abandono
visible. El paso del
tiempo no perdona y aunque al menos en lo que a su exterior se refiere las
instalaciones restauradas presentan buen aspecto, los terrenos del pozo se
encuentran llenos de hierba y maleza de considerable altura.
-¿Vandalismo? En la parcela es posible ver cómo fue
arrancado y despojado de determinadas piezas lo que parece ser uno de los
temporizadores de la iluminación del complejo minero. La antigua casa de
máquinas, restaurada en el 2014, tiene una de sus puertas rota, dejando ver lo
que parece ser una subestación eléctrica empleada para la actividad de la mina.
Sorprende ver este tipo de daños en un complejo que cuenta con cámaras de
seguridad.
-Una restauración parcial. El pozo Santa Bárbara es un pozo que cuenta con un buen número de instalaciones. Solo se han restaurado los dos castilletes (arriba), el edificio del pozo de ventilación y la antigua casa de máquinas.
Sin restaurar se han quedado las otras dos casas de máquinas (sobre estas líneas), una para el pozo principal y otra, para el auxiliar, así como el edificio destinado a oficinas y aseos:
Tampoco se ha
actuado en el aparcamiento de las instalaciones que se encuentra totalmente
abandonado (sobre estas líneas).
Vagones apilados frente al castillete auxiliar / Pintadas sindicalistas en una de las casas de máquinas
-Una ubicación en la que se respira minería. El pozo Santa Bárbara dista apenas doscientos metros del restaurado pozo Espinos y su aula de interpretación. Menor es la distancia que lo separa de la bocamina y el socavón de La Rebaldana, recuperados por la Asociación Cultural y Minera Santa Bárbara en los últimos años.
Un tótem con el nombre del pozo, en la entrada a las instalaciones
-Un pozo que espera su turno... Las visitas guiadas mientras era restaurado fueron un éxito, tal y como nos comentó por aquel entonces Miguel Busto, guía responsable de las visitas organizadas desde el Ministerio de Cultura, pese a que los trabajos de restauración impedían entrar en la antigua casa de máquinas o asomarse al edificio del pozo de ventilación. Con el buen rendimiento de aquellas visitas como precedente, es posible que el pozo Santa Bárbara aún pueda dar mucho juego en el campo del turismo industrial y minero.
…aunque
el tiempo juega en su contra.
Han pasado casi cuatro años desde que terminasen las obras de restauración, un tiempo que el pozo Santa Bárbara lleva sin uso alguno. Así comienzan todos los
procesos de abandono, como el que mantuvo en el olvido al Santa Bárbara durante
casi veinte años. Es necesario dotarlo de un uso antes de que sea demasiado
tarde y haya que acometer una nueva restauración sobre algo que ya ha sido
restaurado.
Comentarios
Ya se sabía lo que iba pasar... pero no aprendemos (o no queremos aprender).
Para mí estaba claro: dinero al bolsillo para 4 aprovechados, y si te he visto no me acuerdo. Como en todo lo demás.