Como en cada entrega, les ofrecemos
dos nuevas denuncias de nuestros lectores.
“No cabe más basura en las papeleras que pusieron cuando urbanizaron aquello. Algunas rebosan bolsas de caca de perro que pudre y que genera un olor de lo más desagradable. Los bancos están rotos y una de las pistas que permitían atravesar la parcela y que muchos usábamos para correr cerró con tanta maleza como hubo la primavera pasada”.
Tweet
¿Qué es lo que deben hacer para
enviarnos sus denuncias y quejas, siempre que versen sobre asuntos relacionados
con Mieres? Es muy sencillo: contactar con nosotros a través de un correo
electrónico a elblogdelmierense@gmail.com, o mediante mensaje privado a través
de Facebook o Twitter.
Pueden enviarnos escritos, vídeos,
audios, imágenes, presentaciones en Power Point... Por nuestra parte, solo
pedimos que se haga constar la palabra ‘denuncia’ en el asunto del mail o del
mensaje de Facebook o Twitter y que se adjunte una pequeña explicación de lo
que se nos muestra y se pretende denunciar.
“Entiendo que no es competencia del
Ayuntamiento actuar en una parcela que no es de su titularidad, pero confío en
que tan siquiera pueda dar un toque de atención a Hunosa, porque el estado en
el que mantienen Reicastro es penoso”. Así comienza su denuncia Camilo.
“No cabe más basura en las papeleras que pusieron cuando urbanizaron aquello. Algunas rebosan bolsas de caca de perro que pudre y que genera un olor de lo más desagradable. Los bancos están rotos y una de las pistas que permitían atravesar la parcela y que muchos usábamos para correr cerró con tanta maleza como hubo la primavera pasada”.
Nuestro lector considera que “igual
que exigen a quienes tienen edificios en mal estado cierto mantenimiento, lo
suyo sería que diesen un toque a Hunosa, porque por ejemplo lo de las bolsas
con las cacas es tan o más insalubre que lo de los edificios en ruinas”.
Mónica, por su parte, alerta en su
denuncia sobre lo “peligroso” que a su juicio es algo que cada vez es más
habitual en las aceras de Mieres. “Son una especie de grapas o chapas que se
atornillan al suelo delante de los bares con terraza para que estos puedan atar
a ellos piezas de tela que les sirven para aislar las terrazas del viento, para
que no haya corriente”, nos comenta nuestra lectora.
Uno de esos fijadores, en la calle Ramón y Cajal |
“Lo estoy viendo mucho últimamente.
Entiendo que el hostelero quiera tener su terraza sin corrientes, pero deberían
usarse otros sistemas. Estas chapas atornilladas permanentemente a la acera
pueden provocar un traspiés y hacer que alguien se manque”, critica Mónica.
“Hace unos años pusieron unas conchas sobre las aceras para indicar el
recorrido del Camino de Santiago y las quitaron al poco después porque eran un
peligro. Lo mismo me parecen estas chapas”, sentencia.
Comentarios