Como en cada entrega, les ofrecemos
dos nuevas denuncias de nuestros lectores.
¿Qué es lo que deben hacer para
enviarnos sus denuncias y quejas, siempre que versen sobre asuntos relacionados
con Mieres? Es muy sencillo: contactar con nosotros a través de un correo
electrónico a elblogdelmierense@gmail.com, o mediante mensaje privado a través
de Facebook o Twitter.
Pueden enviarnos escritos, vídeos,
audios, imágenes, presentaciones en Power Point... Por nuestra parte, solo
pedimos que se haga constar la palabra ‘denuncia’ en el asunto del mail o del
mensaje de Facebook o Twitter y que se adjunte una pequeña explicación de lo
que se nos muestra y se pretende denunciar.
De nuevo abrimos esta sección con un
verterdero ilegal a través de unas fotografías que nos envía Raúl.
“En La Riquela, justo en frente del
polideportivo del tenis se encuentra una pequeña explanada en la que en los
últimos meses se ha ido formando un vertedero especializado casi en
electrodomésticos”, nos cuenta Raúl.
“Un horno, dos o tres microondas, una
televisión, una radio… Todo ello ahí tirado, entre la maleza, pero a la vista
de cualquiera que pase”. Nuestro lector considera que “estando donde está, es
evidente que quien o quienes suben a tirar basura lo hacen más que
deliberadamente y ya que invierten su tiempo en cargarlo en un coche o un
remolque, porque es evidente que nada de lo que hay en este lugar subió allí
cargado a pulso o transportado por el aire, podían alargar un poco más el viaje
y llevarlo al punto limpio de Mieres o a una chatarrería, que seguro que se lo
compran”, opina nuestro lector.
“Ya hace unos años hubo un vertedero
parecido, aunque no tan centrado en el mundo del electrodoméstico. Lo quitaron,
pero como se ve, alguien ha vuelto a reincidir”, concluye Raúl.
La segunda de las denuncias tiene como
escenario el cruce entre las calles Severo Ochoa y Dolores Ibarruri y, más
concretamente, el paso de peatones que permite cruzar esa intersección. Nos la
envía Cristina. “No entiendo que en un barrio como Santa Marina, con tanta
gente mayor, y después de que pintasen el paso de peatones el año pasado aún no
hayan rebajado los bordillos, que tienen tranquilamente quince centímetros de
alto. Es una barreraza arquitectónica en toda regla”, nos dice Cristina.
El bordillo, con la mancha de pintura |
“¿Tanto cuesta mejorar en
accesibilidad en un barrio como este, donde mucha gente lo necesita? Y por cierto, ya que estoy por pedir, no
estaría de más que limpiasen la enorme mancha de pintura blanca que dejaron
sobre una de las aceras después de pintar el paso de cebra y que es
especialmente resbaladiza cuando llueve”, señala la denunciante.
Comentarios