Publicadas las catorce entregas de la
segunda temporada de Historias de nuestra
historia, recuperaremos a partir de la próxima edición un apartado que se
ha convertido en un clásico de esta página.
Vuelve Crónica negra mierense,
una sección de la que, como recordarán los asiduos de la página, se publicaron
catorce entregas entre abril y julio de 2016 y otras ocho entre abril y julio
de 2018, las mismas de las que consta esta tercera tanda de entregas que irán
saliendo hasta final de temporada. Lo hacemos con el fin de dar un descanso a Historias de nuestra Historia, que volverá
en septiembre con más historias.
A la hora de elaborar esas ocho nuevas
entregas, como en anteriores ocasiones, nos hemos apoyado fundamentalmente en
dos instrumentos: la hemeroteca de varios diarios, autonómicos y nacionales –a
fin de conocer cómo se narraron los hechos en el momento en el que se
produjeron–, y las bases de jurisprudencia del Consejo General del Poder
Judicial y vLex –para ver qué consecuencias tuvieron, judicialmente, los
crímenes–.
Con Crónica negra mierense pretendemos solamente contar historias, sin entrar a valorar hechos ni a
enjuiciar conductas, algo de lo que ya se han ocupado, en todos los casos, los
tribunales. Son historias trágicas, que muchos hubieran deseado que no
ocurrieran; pero historias, al fin y al cabo. Es por ello por lo que pretendemos que el lector se enfrente a
ellas como quien lee un relato, dejando juicios y perjuicios al margen.
Se cuentan apegadas a cómo la prensa y
los jueces señalaron que ocurrieron los hechos. Cada entrega irá acompañada por
una fotografía; fotografías que a veces serán extraídas de la prensa de la
época y que en otras ocasiones habrán sido realizadas por nosotros mismos en los
lugares en los que ocurrieron los hechos.
Las ocho nuevas entregas abarcan ocho
crímenes con un solo punto en común: el impacto mediático y social que tuvieron
en su día. Todos ellos se sitúan en un amplio marco temporal, que va desde 1900
hasta 2000 y localizados en distintos puntos del concejo.
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