ÁLVAREZ OPINA: Riosa y Morcín, tan cerca y a la vez tan lejos

Los tenemos ahí al lado, limitando con Mieres a través de distintos cordales, pistas y con la N-630 como punto de unión por carretera. Sin embargo parece que Riosa y Morcín no existieran o estuviesen al occidente, al pie de los Oscos, tan lejos que no importa lo más mínimo estrechar lazos y comunicaciones con ellos.


No siempre fue así. Recuerdo como hasta no hace muchos años al final de la calle Carreño Miranda paraban los Álvarez González, la empresa que llevaba, entre otros trayectos, la línea que unía Mieres con Riosa con un puñado de servicios diarios. Quizás no fuese lo más rentable del mundo, pero la gente de estos concejos venía a Mieres a comprar o a pasar la tarde y viceversa.
Hoy en día las comunicaciones con estos dos concejos están casi muertas. Así de claro y así de incomprensible, teniendo en cuenta que por carretera son veinte o veinticinco minutos lo que se tarda en llegar a La Vega, algo menos si uno se queda en La Foz. La única línea que conecta Mieres con Morcín tiene tres servicios al día, aunque solo en días lectivos, aquellos en los que hay clase en colegios e institutos. Ni en fines de semana ni en vacaciones ni en festivos escolares opera. Es cuando menos curioso que las administraciones y el Consorcio permitan que se pueda explotar una línea ligándola solo a los días en los que hay escuela. No lo he dicho, pero los servicios de esa línea salen de Mieres a las diez, a la una y a las siete.
Más allá de ese evidente problema, hay otro: la línea acaba en Santolaya o Santa Eulalia. Si alguien desea ir a La Foz, a L’Ará o a La Vega tiene que esperar un ratín, de entre un cuarto de hora y veinte minutos, para hacer transbordo en el autobús que hace la línea Oviedo-Riosa. El tiempo varía en función de si el autobús ha salido del HUCA, de la estación o de la calle Real Oviedo, que hay de todo. Al final, un viaje que podría hacerse en veinte minutos acaba llevando el doble de tiempo. Para volver, el transbordo se repite, aunque en esta ocasión los horarios están mejor ajustados y no se pierde tanto tiempo. Vuelvo a insistir: esto en los días lectivos; en los no lectivos, la línea a Santolaya no opera. Al final, de los 365 días del año, unos 175 son lectivos. Los 190 restantes no lo son. Ya ven cómo están las cosas.
En una época en la que se busca, al menos en teoría, potenciar la movilidad sostenible, mejorar las comunicaciones y estrechar vínculos entre concejos, con áreas, mancomunidades y demás parientes, de verdad que no alcanzo a comprender el aislamiento que tenemos los de Mieres con Morcín y Riosa que ninguno de los concejos implicados haga algo para acabar con él. Recuperar aquella vieja línea de los Álvarez González entre Mieres y Riosa, aunque solo fuesen un par de servicios al día, por probar, alargando en diez kilómetros la que hoy se queda en Santolaya sería un buen avance. Sino, desvincular la línea actual del calendario escolar tampoco estaría mal. De nada sirve que se nos insista en que hay que hacer uso del transporte público si para ir de aquí a La Foz o a La Vega, que están ahí al lado, a quince o dieciséis kilómetros, no hay opciones más de la mitad de los días del año y los días restantes toca lidiar con un transbordo. Y eso que somos vecinos.

Álvarez

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