En 1836, durante la Regencia de Mª Cristina, Mieres se constituye como ayuntamiento independiente del de Lena, aunque es a partir de enero de 1837 cuando Mieres realmente comienza a funcionar como un ayuntamiento independiente. El ayuntamiento actual se construiría en 1862, en medio de los dos núcleos originales de Mieres: Requejo y La Villa. Antes del actual hubo dos casas consistoriales, ambas en La Villa, lo que provocó las quejas de los vecinos de Requejo.
A mediados del siglo XIX, se establece en Mieres la “Asturian Mining Company” empresa minera de capital inglés, y el empresario francés Numa Guilhou funda Fábrica de Mieres, lo que provocará que el concejo pase de una economía predominantemente agraria y ganadera a ser uno de los principales centros industriales de la época, lo que producirá grandes cambios políticos y sociales en todo el concejo.
La producción de la industria mierense alcanza su punto álgido durante el primer tercio del siglo XX, lo que provocaría un gran aumento de la población y, parejo a esto, la formación de las primeras asociaciones obreras del concejo, como la Juventud Socialista de Mieres (1905). Los conflictos laborales más importantes sucedieron en las huelgas 1906 y 1917, ambas sofocadas con una fortísima represión y gran cantidad de despidos.
Durante la revolución de 1934, Mieres fue uno de los principales centros revolucionarios y en Mieres y núcleo del estallido. Al grito de "Coyones y dinamita" los obreros asaltaron los cuarteles de las fuerzas de seguridad y se organizaron para tomar la ciudad de Oviedo. Muchos fueron encarcelados o perecieron en la represión llevada a cabo por el gobierno de la república.
En las elecciones de 1936 la voluntad de Mieres fue un 49,33% de votos para el gobierno del Frente Popular. Mieres, antiguo bastión tradicionalista de Asturias, había pasado a apoyar a las izquierdas tras su intensa industrialización debido a la proliferación de población obrera en el concejo, si bien algunos movimientos izquierdistas y sindicales como el anarquismo que en otras regiones de España había tenido influencia en la sociedad (Aragón, Andalucía, Cataluña) en Mieres despertaba por lo general un ambiente de repudia siendo la población obrera mucho más favorable al modelo estalinista de la URSS.
La Guerra Civil de 1936 dejará la cuenca en la zona republicana, aunque con una notable presencia nacional en algunas zonas como Figaredo, donde se organizó un consejo falangista. Las organizaciones obreras jugaron un gran papel cayendo en 1937 y con la caída del frente republicano en Asturias cayó el concejo de Mieres. Terminada la guerra aún continuarían algunas partidas guerrilleras. El número de mierenses que acudieron a Rusia con la División Azul es notable, siendo el lugar de Asturias desde el que más voluntarios partieron.
Tras los durísimos años de la posguerra, las décadas de los cuarenta y cincuenta supusieron una reactivación de la economía, hasta llegar a los años sesenta, años marcados por la profunda crisis.
El tejido industrial fue recuperando el pulso tras la posguerra pero, a partir de los años sesenta, la siderurgia y la minería entran en declive, ya que Fábrica de Mieres es desmantelada y la extracción del carbón se muestra prácticamente inviable, lo que provoca, con el paso del tiempo, el cierre de muchas minas y la consiguiente pérdida de empleos.
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