Con el papel trascendental que
desempeñó Numa Guilhou en el futuro de Mieres y el desarrollo industrial del
concejo a lo largo de finales del siglo XIX y buena parte del siglo XX, es
lógico que tuviera una calle dedicada a él. Y la tuvo, desde 1909 y de manera
interrumpida hasta la actualidad.
Este francés llegó a Asturias en 1870
tras adquirir en pública subasta la Sociedad Hullera y Metalúrgica de Asturias.
En 1879 fundó la Sociedad Fábrica de Mieres y once años después falleció en
este mismo concejo a los 76 años de edad. Sus restos reposan junto a los de su
esposa en un pequeño cementerio situado frente a los terrenos que ocupó la
Sociedad Fábrica de Mieres en sus orígenes. Como dato, ese pequeño cementerio
es el único cementerio protestante de Asturias.
La actual calle Carreño Miranda,
denominada así en honor al famoso pintor avilesín, fue conocida hasta la II
República como calle Martínez de Vega. Fue entonces cuando se pasó a denominar
calle García Hernández, en ‘honor’ a uno de los capitanes del
acuertalamiento de Jaca de la fallida sublevación de 1930, tras la que
murió ejecutado. En 1937 pasaría a llamarse calle Calvo Sotelo, Ministro de
Primo de Rivera. Conservaría ese nombre hasta 1982, año en el que el
Ayuntamiento le otorgó su nomenclátor actual.
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