La perrera de Morgao se encontraba
saturada y era necesario construir un nuevo equipamiento que acogiese a
animales abandonados. Amparado en esa necesidad, en el 2009 el entonces Gobierno local socialista destinó 400.000 euros del conocido como Plan E (Plan Español para el
Estímulo de la Economía y el Empleo), a construir un nuevo albergue de animales
en La Cabana, en la zona alta del valle de Turón, a más de nueve kilómetros de
Mieres.
Placa a la entrada del recinto. |
Este segundo fallo judicial obligaba a
su vez a acometer diversas obras en el albergue. A ellas habría que sumar,
además, el restablecimiento de materiales y elementos, víctimas de vandalismo.
El elevado coste que todo ello tendría hizo que el Gobierno local, ya con las siglas de IU, decidiese dejar las instalaciones a su suerte, centrándose en la antigua
perrera de Morgao, sobre la que realizó diversas mejoras.
Recorremos esta semana el depósito de
animales de La Cabana a través de un reportaje fotográfico realizado el pasado
16 de mayo.
[NOTA. La galería fotográfica se
reproduce pasando las imágenes con el ratón o con las flechas del teclado. Recomendable
su visualización desde Google Chrome o Mozilla Firefox. En smartphones y tablets puede no reproducirse].
Tras el recorrido por el inmueble,
conviene hacer las siguientes observaciones:
Vista trasera de las jaulas, algunas sin barrotes. |
-Un
equipamiento con buenos materiales.
Al margen de si era o no necesario o de su ubicación, no se puede negar que la
perrera de La Cabana era un buen equipamiento. Buenos materiales, tanto en la
parte dedicada a oficinas como en la destinada a los animales dan cuenta de
ello. Pese a llevar seis años finalizada, a la intemperie, y sin uso, el portón
automático de acceso al recinto no presenta mota alguna de óxido, al igual que
las rejas que separan los compartimentos de los animales. Los muros de hormigón
armado del recinto, tanto interiores como exteriores, no tienen grieta alguna y
lo mismo puede decirse de la estructura metálica que a modo de techo cubre el
espacio dedicado a los animales y que no presenta ni un rasguño.
-El
paso del tiempo sin uso.
Los montones de hojas llevadas por el viento hacia los compartimentos de los
animales son la muestra más clara del no uso de las instalaciones. También la
maleza, que, lentamente, comienza a colarse en el equipamiento.
Uno de los pasillos del espacio dedicado a jaulas. |
-Sin
responsabilidades.
Con un coste de 400.000 euros, a los que habría que sumar lo gastado en
juicios, lo esperable hubiera sido que se depurasen responsabilidades.
No en vano, la justicia ha declarado
que parte del equipamiento se había construido de forma ilegal, con ocupación
de suelo por parte del Ayuntamiento y ha ordenado, por ello, el derribo de parte de las instalaciones. Sin embargo, a día de hoy, nadie ha asumido ningún tipo de
responsabilidad por un proyecto que nació de forma irregular. Solo los
mierenses hemos perdido unos cuantos cientos de miles de euros que podrían
haberse destinado a otras cosas.
-Aprender
del error. Es lo que
queda y confiar en que quienes nos gobiernan no lleven a cabo inversiones
muertas, como esta, uno de los grandes agujeros
económicos del último Gobierno del PSOE.
Comentarios
Eso sí, tanta culpa tienen los que autorizaron su construcción como los que permiten que después de haber gastado tanto en él se quede ahí muerto de risa. No digo usarlo de perrera, que me parece un despropósito, tanto para los voluntarios como para los que llevan la perrera tener que desplazarse hasta allí. Pero sí podría aprovecharse que tiene techo y que se ve bien, podría usarse como almacén, tipo el que tienen en Vega de Arriba, pero pensado solo para cosas a hacer en el Valle de Turón y Figaredo, que es de donde está más cerca. Sería poner videovigilancia y enmendar las vallas. No veo tanto gasto como adventuraban desde IU hace unos años.