Enmarcado en una sola parroquia, tanto
eclesiástica como administrativa, el valle de Santirso encierra en sí numerosos
pueblos, aldeas y caseríos. En esta ocasión visitamos uno de esos lugares, una
pequeña aldea, enclavada en el corazón de ese valle, que tiene por nombre ESCALÁ.
ESCALÁ es
un ‘lugar para vivir’ catalogado como
aldea, perteneciente, como se puede deducir por su ubicación, a la parroquia de
La Peña.
Formada por poco más de media docena
de viviendas, cuenta con cuatro personas censadas, según datos de 2016, que
dista unos cuatro kilómetros de Mieres y se encuentra situada a 480 metros de
altitud sobre el nivel del mar.
En lo que a etnografía se refiere,
como podrá verse en las fotos, se encuentran algunas casas con corredor, en
diferentes estados de conservación, así como varias cuadras y construcciones de
piedra. En la actualidad no cuenta con ningún hórreo.
Sí puede encontrarse un lavadero en
relativamente buen estado, con dos balsas y completado por una fuente situada a
escasos metros, también con balsa.
Entre los aspectos a destacar de este
rincón se encuentran las vistas que ofrece de Mieres, gracias a su ubicación y
su altitud.
Un paseo recomendable por la zona, sin
apenas dificultad, pero para el que hay que, consistiría en subir por la AS-245
(Mieres-Langreo, por Santirso) hasta el desvío a La Corra’l
Cantu, tomando
ciertas precauciones, ya que carece de arcén y es bastante transitada. Se da
inicio en ese caserío a una pista hormigonada que conduce hasta ESCALÁ,
previo paso por Les Capielles (que mostraremos en otra entrega). No entraña
mucha dificultad, aunque la pista adquiere bastante pendiente por momentos. Tras
llegar a ESCALÁ se puede regresar a La Peña siguiendo
un PR que se puede coger en El Carapal (descendiendo la pista hormigonada)
que lleva hasta Santana y llegando así a La Peña.
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