HISTORIAS DE NUESTRA HISTORIA: Un San Xuan de los años 20 (1927)

Coincidiendo con la celebración de San Xuan, hemos rescatado de la hemeroteca un reportaje a página completa que sobre las fiestas patronales del concejo publicaba el diario El Comercio el 24 de junio de 1927. Un reportaje que da testimonio de cómo eran los festejos en el Mieres de hace más de nueve décadas y que además permite contemplar ciertos aspectos de la vida social, cultural y comercial del concejo.

Una Carta abierta de Víctor Méndez Trelles, entonces alcalde, animaba a los gijoneses, potenciales lectores del reportaje, a que visitasen Mieres y disfrutasen de la fiesta. “No digo tanta gente como Oviedo, porque los medios de comunicación no son tan fáciles”, reconocía el alcalde, “pero sí, una tercera que podría ser, la de unos mil gijoneses…”, dejando ver que de Oviedo venían un buen número de personas a disfrutar de San Xuan y El Carmen, que en aquella época se celebraban simultáneamente.
Las fiestas arrancaban el día 23, con música, la del Segundo Regimiento de Ingenieros Zapadores y su recorrido por las calles de la villa. Una carrera ciclista con participantes de Mieres y Lena había sido el plato fuerte de la tarde de aquel día. Ya por la noche, La Pasera acogía la foguera de San Xuan, acompañada por música, globos y “un derroche en pirotecnia”, según se cuenta en el reportaje.
Reportaje ampliable haciendo clic en él
El día 24 las fiestas seguían con la misa en honor al patrón. Por la tarde, en el ayuntamiento se hacía la entrega de “las dotes a las doncellas huérfanas y el reparto de premios y ropas de la donación hecha por la Obra Pía de Mieres”. La dote corría por cuenta del padre de la mujer que iba a casarse. Si la susodicha no tenía padre, ni un familiar que pudiese reemplazarlo a tal efecto, este requisito para contraer matrimonio el ayuntamiento aportaba esa dote. Era frecuente que el dinero de la misma proviniese de alguna iglesia o congregación religiosa, lo que no queda muy claro en este caso, si bien el reparto de donaciones recogidas por la Obra Pía de Mieres que se habría de llevar a cabo ese día puede hacer pensar que esa misma Obra Pía aportase en todo o en parte el dinero necesario para dar las dotes.
El día grande de las fiestas se cerraba con un esperado partido de fútbol entre el Sporting de Gijón y un grupo de jugadores de Oviedo, Sama y Mieres. La jornada se cerraría con una gran verbena. Se esperaba que Mieres rebosara de público, gracias en parte a que la compañía de ferrocarriles había fletado un tren especial desde Oviedo para que nadie pudiera quedarse sin disfrutar de las fiestas de Mieres.
Una corrida de toros, el día 25, cerraba el plantel de las fiestas.
El reportaje se completaba con dos fotografías de Frank, una, con cinco “bellísimas señoritas de Mieres” vestidas para la ocasión; la otra, del casco urbano, plagado de tierras. Distintos comercios habían aprovechado la ocasión para publicitarse en el reportaje: la relojería La Moderna, de la familia Burgos; el gran café Carolina; los seguros Ocaso o el teatro Pombo, presentado como “el cuarto de los más bellos coliseos que Asturias tiene”, gracias a sus adelantos tecnológicos y la reforma de la que había sido objeto en aquel entonces.
La prensa, una vez más testigo directo de la historia y de las historias de nuestros antepasados.


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