En la presentación de la temporada lo
advertíamos: este curso venimos con nuevos contenidos que irán saliendo a lo
largo de las distintas ediciones. Uno de esos nuevos contenidos es Día de fiesta, una serie de reportajes
en los que les mostraremos a través de fotografías algunas de las fiestas más
populares del concejo, atendiendo especialmente a las tradiciones. Hemos
producido cuatro entregas que iremos publicando poco a poco y que pueden ser más
siempre que veamos que esta nueva serie de reportajes tengan una buena acogida
que compense el tiempo de producción que en ellos se emplea.
Comenzamos, paradójicamente, con la
última de esas cuatro entregas que hemos
producido, dedicada a la fiesta de los Santos Mártires, que Insierto
acogió entre los días 26 y 28 de septiembre, con el 27 como día grande.
Como cada año los romeros no faltaron
a su cita con San Cosme y San Damián. Muchos fueron los que acudieron al
santuario en los días previos, a los oficios religiosos de la novena. El día 27
a las 7 de la mañana comenzaban las misas del día grande en la ermita. Manuel
Roces, párroco de las parroquias de Cuna y Gallegos, saludaba a los más
madrugadores recordando que las misas se sucederían cada media hora.
Al mediodía arrancó la Misa Mayor,
oficializada por el párroco de San Juan Bautista, Miguel del Campo. Él y Manuel
Roces quisieron recordar antes de que comenzase la eucaristía al fallecido
sacerdote Nicanor Brugos, “un hombre que durante décadas acudió como fiel
devoto a su cita con los Mártires”, en palabras de Del Campo, cuyas palabras se
escucharon dentro del abarratado templo y también fuera, gracias a la
megafonía.
Al filo de la una menos veinte la
capilla San Cosme y San Damián salían en procesión alrededor de la capilla,
escoltados por el ramu de la fiesta, acompañado de la música del Grupo
Folclórico Ruxidera y de la Banda de Gaitas El Gumial.
Con los Mártires de vuelta en el
templo, la explanada de la ermita acogió la puya’l ramu. En torno a 20 euros se
vendieron los panes de escanda y 90 fueron los ofrecidos por quien finalmente
se llevó la rosca a casa. Terminada la puya’l ramu Ruxidera y la Banda de
Gaites el Gumial pusieron el toque musical a la mañana.
Fue justo frente a la explanada donde
muchos romeros dedicaron unos segundos a contemplar el mural que César Frey, El
Séptimo Crío, pintó con ocasión del cincuenta aniversario del lanzamiento de La romería, la canción compuesta por
Víctor Manuel en honor a esta fiesta y que se ha convertido en su himno. Como
todos los años, el tramo de carretera entre Insierto y el santuario se llenó de
puestos de comida, ropa y artículos de lo más variado.
Pese a las restricciones al paso en
algunos prados del entorno del santuario, fueron miles los romeros que
disfrutaron de este día, que continuó con las actuaciones de Fania Blanco y
Essencia Orquesta en la carpa de Insierto. El día 28 las fiestas llegaron a su
fin con el Concurso de Tonada, más música a cargo del Dúo Reflejos y Vivians y juegos infantiles.
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