CÓMO HEMOS VISTO PASAR LOS AÑOS: Reicastro, una cuenta industrial pendiente

Cuando, hace once años, comenzamos a hablar de Mieres, Reicastro era un amplísimo terreno en el que brotaba la vegetación, después de que en 2006 hubiesen concluido las labores de retirada de las toneladas de estériles que acumulaba la escombrera, unos trabajos que se extendieron durante trece años.
Con una extensión de casi quince hectáreas, para los terrenos de la antigua escombrera se barajaron muchos y muy variados usos en los primeros años de siglo, como la posible instalación de la factoría de Rioglass Astur, que terminó en Sovilla, o la construcción del nuevo Álvarez Buylla, que acabó levantándose en Santullano. 
 
Pensando en un futuro industrial para esas casi quince hectáreas, Hunosa decidió en 2011 urbanizar los terrenos. Como curiosidad, hubo zonas en las que fue necesario volver a echar tierra, dada la desigualdad que presentaban con respecto a las otras después de haberse retirado los estériles de la escombrera.
 
La parcela, plenamente urbanizada, espera desde principios de 2012 por un futuro que no llega, pese a los innumerables proyectos fallidos que para ella se han contemplado, desde albergar la nueva factoría de Alas Aluminium, a construir en los terrenos una central de biomasa. El tiempo dirá qué acabará pasando con Reicastro. Mientras tanto, seguirá siendo, como lo es desde 2011, uno de los lugares preferidos por los mierenses para hacer ejercicio al aire libre.

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