En 1974 se inauguraba el polideportivo municipal de Oñón, un equipamiento pionero para la época, en el que se podían practicar los más variados deportes, gracias a sus diferentes salas y a una pista polideporitva de grandes dimensiones.
El complejo de Oñón cuenta en la actualidad con esa pista deportiva a la que nos referíamos, dos salas de sauna, otra de tatami, una sala de musculación y otra polivalente, rocódromo, diez vestuarios –ocho para deportistas y dos para árbitros–, aseos, cafetería…


Pocos cambios se observan en la fachada de este recinto deportivo, más allá de algunos ligados a reformas o pequeñas ampliaciones efectuadas con el paso del tiempo. En el entorno, llama la atención el cambio de farolas y la desaparición de algunas casas.
Algo más joven es el polideportivo Mieres Sur, que data de los años 90, cuando se construyó ligado a las pistas de tenis de Vega de Arriba, trasladadas allí desde un solar cercano, el que en 1992 se utilizó para construir el cuartel de los bomberos. El polideportivo Mieres Sur cuenta, desde hace algo más de un cuarto de siglo, con una pista deportiva similar a la del de Oñón, cuatro pistas de tenis, dos salas especializadas y cinco vestuarios –cuatro para deportistas y uno para árbitros–. Cuenta también con aseos, pero no con cafetería.

Más allá de la organización de los aparcamientos, pocos cambios se observan entre el ayer y el hoy de las fotografías de estas instalaciones deportivas.
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