EL ESPACIO DEL LECTOR: No a la quema de residuos en la térmica de La Pereda

NO A LA QUEMA DE RESIDUOS EN LA TÉRMICA DE LA PEREDA

Nubes de humo saliendo de la térmica en marzo de 2021

1) ANTECEDENTES
Los vecinos del Norte de Mieres tenemos la desgracia de llevar más de 25 años viviendo al lado de la térmica de La Pereda, propiedad de Hunosa (conocida como “El mercheru de Villa”).

Desde su nacimiento fue un cúmulo de engaños y atropellos para los vecinos del entorno, estamos hartos de soportar sus molestias por ruidos, vibraciones, emisiones de polvo, cenizas y gases al medioambiente, daños a la agricultura y fruticultura, impacto visual, retirada de estación de medición de contaminación de Cardeo (posiblemente para que no registrara los malos datos de contaminación que hay en la zona).

Estamos hartos de presentar quejas y denuncias por estos y otros hechos ante las Administraciones municipal, autonómica, estatal, etc. y ver como estas denuncias se quedan unas veces en el silencio administrativo y otras veces en una respuesta con salida por la tangente disculpando a la empresa por sus fechorías.

2) OPOSICIÓN
Estos vecinos se oponen frontalmente al proyecto presentado por Hunosa para la modificación sustancial de convertir la térmica de La Pereda en la incineradora encubierta de Asturias y parte de España, incinerando residuos (CSR), biomasa y lo que haga falta.

3) LA INCINERACIÓN DE RESIDUOS Y BIOMASA EN LA TÉRMICA DE LA PEREDA ES UNA AMENAZA GRAVE PARA LA SALUD PÚBLICA
Manifestamos nuestro rechazo a la incineración de todo tipo de residuos, CSR y biomasa en la térmica de La Pereda por ser perjudicial para la salud de las personas y el medio ambiente y por ser insostenible. Esta instalación está muy próxima a los núcleos de población. Algunos pueblos del Norte de Mieres están a 300 metros y el casco urbano de Mieres, donde residen más de 20.000 personas, está a 3 km de la térmica de La Pereda. También existen centros escolares, geriátricos, hospitales, espacios de protección natural… en sus proximidades.

Exigimos a las Administraciones que no concedan más permisos de incineración y/o coincineración y que desarrollen alternativas para los residuos basadas en la Reducción, Reutilización, Reciclaje y la prohibición de lo No Reciclable, de modo que no conviertan a la térmica de La Pereda en incineradora encubierta de residuos.

Nos basamos en estudios científicos internacionales, por ejemplo:
La mortalidad por cáncer en municipios y ciudades situadas en las proximidades de incineradoras; y el más reciente, de 2015, La mortalidad por cáncer en las ciudades en las proximidades de las instalaciones para la producción de cemento, cal, yeso y óxido de magnesio [Estudios del Centro Nacional de Epidemiología, Instituto de Salud Carlos III]. Estos estudios constatan mayor riesgo de muerte por cáncer en los municipios en un radio de 5 km de estas incineradoras y la ampliación de la afectación en un radio de 65 km.

La (co)incineración de residuos produce compuestos químicos tóxicos: furanos, Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs), metales pesados, ftalatos (plastificadores), dioxinas, gases de efecto invernadero, gases ácidos, etc. Una vez liberados en el medio ambiente atmosférico, estos compuestos tóxicos son diseminados por el aire, la tierra y el agua, pasando a las plantas, animales y personas. En los tejidos humanos, estos venenos se bioacumulan, produciendo cánceres, disrupciones hormonales, problemas respiratorios, enfermedades raras y otros problemas de salud.

Se acompaña como ANEXO Nº 1 un informe del Dr. Don Marcelino García-Noriega Fernández, miembro del Comité de Pediatría Medioambiental de la Asociación Española de Pediatría sobre el “Efecto de la Incineración de los Residuos Urbanos en la Salud de la Población Infanto-Juvenil del Concejo de Mieres”.

4) LA INCINERACIÓN EN LA TÉRMICA DE LA PEREDA CONTRIBUYE AL CAMBIO CLIMÁTICO Y ES FUENTE DE ENERGÍA SUCIA E INEFICIENTE
Al contrario de lo que propaga la empresa promotora, la incineración produce gases de efecto invernadero y sus emisiones no se pueden considerar en ningún caso neutras frente al cambio climático.

A menudo se vende la incineración como una fuente de “energía limpia”. Sin embargo, la incineración de residuos tiene unos niveles de aprovechamiento energético muy pobres, que son todavía más escasos si tenemos en cuenta el gasto energético de la extracción, la producción, el transporte y consumo. La poca producción energética de la incineración no compensa el ahorro energético fruto de la prevención, la reducción, la reutilización y el reciclaje. Reiteramos que la incineración es la forma más insostenible y peligrosa que existe para el tratamiento de los residuos. Se trata de una electricidad negra que se disfraza de “verde” o de “energía renovable”. Tal consideración engañosa es una práctica de blanqueamiento inaceptable (greenwashing).

No toda energía —de las consideradas vulgarmente como renovables— es energía limpia: usar como combustible biomasa (tanto agrícola y forestal como industrial o derivada de residuos) no es energía limpia ni sostenible. La incineración de biomasa no solo emite a la atmósfera dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero, sino otros componentes tóxicos como partículas en suspensión, dióxido de nitrógeno, azufre e hidrocarburos que perjudican gravemente la salud humana, animal y vegetal. Además supone un desincentivo al compostaje y abre una puerta de entrada a la incineración.
Por consiguiente, nos oponemos rotundamente a que una futura ley de cambio climático blanquee la biomasa para uso energético y exigimos que se excluya la biomasa de la estrategia de transición energética.

5) LA INCINERACIÓN DE RESIDUOS Y BIOMASA EN LA TÉRMICA DE LA PEREDA ES UNA ESTAFA.
Las industrias cementeras, térmicas y demás incineradoras reciben cuantiosas subvenciones por los derechos de emisión de CO2. También consideran, con falsedad, que la quema de residuos es neutra ante el cambio climático y se les contabilizan menos emisiones de las reales.

En efecto: el blanqueo del uso de biomasa como combustible conlleva subvenciones públicas, cuando lo cierto es que el uso energético de biomasa no supone menos emisiones de gases de efecto invernadero, sino la degradación de los hábitats, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la desertificación y la contaminación de las fuentes de agua, etc., convirtiéndose en un lucrativo negocio para las empresas que reciben esas subvenciones. Con el pretexto de paliar el cambio climático, en realidad las Administraciones están pagando por deshacerse como sea de sus toneladas de basura, que no saben cómo gestionar.

Los supuestos beneficios económicos de incineradoras, neotérmicas y cementeras son deficitarios para el Estado y la sociedad, si tenemos en cuenta los costes ambientales y sociales, es decir, los gastos en la limpieza de tierras y aguas o el gasto sanitario, las bajas laborales y la reducción de esperanza de vida vinculados a problemas respiratorios, cáncer y otras enfermedades.

Se acompaña como ANEXO Nº 2 una crónica de Dr. D. Josep Martí Valls, Doctor en Medicina y Coordinador del Grupo de Medio Ambiente y Salud del Centro de Análisis y Programas Sanitarios de Cataluña (CAPS) sobre “Los Peligros de la Quema de Biomasa”.

6) DENOMINACIÓN DE ORIGEN, INCINERACIÓN, PUESTOS DE TRABAJO.
La incineración de residuos supone un peligro cierto para la agricultura y la ganadería, en especial para la agricultura y ganadería ecológica, pues las plantas incineradoras expulsan al aire numerosos componentes peligrosos, que van a parar a la tierra y al agua, acumulándose, con resultados catastróficos: una agricultura y ganadería de baja calidad significa menos generación de recursos y de trabajo.

Las zonas con atractivo cultural, turístico o paisajístico, por su especial belleza o por su cuidada Naturaleza, también se resienten, dado que los visitantes huyen de lugares contaminados o destrozados.

En cuanto a crear y mantener puestos de trabajo (éticos y sostenibles), sabemos de qué modo actúan las empresas especuladoras —con despidos masivos cuando conviene a su beneficio, como han hecho tantas veces, sin importarles personas o familias.

No se encuentra precisamente la empresa promotora de este proyecto en condiciones de dar ejemplo de creación y mantenimiento de empleo, puesto que probablemente tenga el Record Guinness en destrucción de puestos de trabajo, con más de 20.000 personas en los últimos años.

Los escasos puestos de trabajo que le quedan a Hunosa y varios más, pueden tener cabida por ejemplo en otro tipo de energías renovables más saludables y en proyectos de biodiversidad y restauración ambiental de las Comarcas Mineras que durante los años anteriores fueron degradadas por sus explotaciones mineras.

A medio y largo plazo, el trabajo más intensivo, ético y duradero es el que se relaciona con una buena salud ecológica y ambiental, y no depende de intereses espurios. Solo el trabajo generado por la riqueza ecológica de una zona es estable y con futuro a corto, medio y largo plazo.

Por todo ello los vecinos hemos presentado más de 1.500 alegaciones para que se anule el proyecto sometido a consulta y vamos a seguir con movilizaciones para que no se lleve a cabo este atropello. Pedimos la colaboración ciudadana porque esto nos afecta a todos.
No dejen de ver el siguiente vídeo en el que los médicos hablan sobre la incineración de residuos:

      

ANEXO Nº 1
Autor: Marcelino García-Noriega Fernández.
Miembro del Comité de Pediatría Medioambiental de la Asociación Española de Pediatría.

INFORME PEDIÁTRICO MEDIOAMBIENTAL SOBRE EL EFECTO DE LA INCINERACIÓN DE LOS RESIDUOS URBANOS EN LA SALUD DE LA POBLACIÓN INFANTO-JUVENIL DEL CONCEJO DE MIERES.

Como pediatra de la Unidad de Pediatría Medioambiental y miembro del comité de Pediatría Medioambiental de la Asociación Española de Pediatría quiero ayudar a nuestros gobernantes a tomar las mejores decisiones para poner en marcha las alternativas a la quema de residuos sólidos recuperados.

La coincineración de residuos urbanos conduce a la presencia de agentes contaminantes que conlleva riesgos ambientales de efectos inmediatos y a largo plazo, sobre la salud de la población infanto-juvenil del Concejo de Mieres y por extensión a los Concejos asturianos más cercanos.

Estamos hablando de una población muy vulnerable y en pleno crecimiento, donde los problemas no se harán visibles hasta llegar a la adultez (1).

Uno de los problemas del que somos conscientes es el de la necesidad energética en nuestra sociedad del bienestar, por ello en nuestro caso se busca en la incineración la obtención de energía eléctrica o vapor a presión. Estos aparentes beneficios sociales, sanitarios y económicos, se han visto contrarrestados por los riesgos medioambientales y los efectos adversos en la salud humana de los contaminantes atmosféricos generados en los procesos de incineración y/o valorización energética (2).

La principal vía de contaminación medioambiental de una instalación incineradora de residuos es a través de la emisión de contaminantes atmosféricos. En los gases y partículas generadas por la combustión de basuras se han detectado un gran número de substancias orgánicas e inorgánicas (a.- Materia particulada; b.- Gases atmosféricos: Óxidos de nitrógeno. Cloruro de hidrógeno. Monóxido de carbono. Dióxido de carbono; c.- Aerosoles ácidos; d.- Metales: Cadmio. Plomo. Mercurio. Cromo. Arsénico. Berilio; e.- Compuestos orgánicos: Dioxinas y Furanos. Policlorobifenilos. Hidrocarburos policíclicos aromáticos).

Las principales rutas de exposición desde el aire ambiental son la vía inhalatoria, digestiva y por piel. Las substancias emitidas se dispersan por advección y difusión atmosférica. La localización geográfica de las instalaciones incineradoras, las condiciones meteorológicas del viento (dirección, fuerza y turbulencia) y el grado de estabilidad atmosférica son de gran importancia para determinar el radio de acción, desde decenas hasta centenas de kilómetros, de los efectos medioambientales. Aunque una instalación incineradora contribuye a una fracción de la contaminación medioambiental total respecto a una determinada substancia química concreta, la suma con otros factores ya existentes (por ejemplo: emisiones contaminantes de vehículos de motor) han transformado el problema local en un serio problema global que afecta a la población general. Esto puede llevarnos a pensar erróneamente que “al ser menos lo que yo contamino, hay una menor repercusión”, sin darnos cuenta que todo suma y que debemos considerar seriamente la “resta”.

Cuando hablamos de niveles o cifras permitidas para emisión de contaminantes a la atmósfera, son sólo números, donde la normalidad actual no tiene nada que ver con el pasado ni con el futuro. Cuando hablamos de incineración moderna y segura y de ahorro en contaminantes, hoy parece un gran logro pero mañana pueden ser cifras que alarmen pues no estamos hablando de emisiones “0”. Hace 20 años se rebajaron las cifras de alcohol en sangre permitidas para conducir de 0,8 a 0,5 g/l. Todos sabemos que cualquier alcoholemia por pequeña que sea, puede alterar tu capacidad de conducir, incrementando el riesgo de accidente. Por ello, la tendencia a nivel internacional es ir rebajando las tasas máximas permitidas, con la finalidad de alcanzar al menos el límite de 0,1-0,2 g/l para conductores en general y a 0,0 g/l para los profesionales. Un ejemplo hacia el “0” con ausencia de riesgo.

Para hacer entendible el problema hacia el que nos dirigimos voy a incidir y explicar a modo de ejemplo lo que significa la emisión de partículas (micropartículas) por la quema de residuos urbanos (3). Las partículas son muy perjudiciales porque transportan sustancias tóxicas, mutagénicas y cancerígenas. Algunas de ellas son: moléculas y átomos de metales como el plomo, arsénico, mercurio y talio entre otros; compuestos volátiles como los hidrocarburos policíclicos aromáticos y ácidos procedentes de la combinación del óxido de nitrógeno y del dióxido de azufre, que forman los llamados “aerosoles ácidos”. Lo más peligroso de las partículas es su pequeño tamaño. Para entenderlo tomemos como ejemplo un pelo, que tiene un diámetro de 10 micras. Las partículas que se emitirían incinerando residuos urbanos pueden llegar a ser de 0,001 micra, esto les permite desplazarse a más kilómetros de distancia del foco emisor, además las partículas menores de 0.2 micras atraviesan los alveolos pulmonares pasando así los contaminantes al torrente sanguíneo, y por consiguiente a todo el organismo. La barrera defensiva del organismo, al tratar de neutralizar y destruir las partículas, puede dañar el sistema respiratorio produciendo: inflamación, lesión de la mucosa, disminución de la función respiratoria y efectos cancerígenos directos (sobre el material genético) e indirectos por los radicales libres de oxígeno (4,5,6,7,8,9). Las principales causas de mortalidad por partículas son: por enfermedades cardiovasculares, afecciones respiratorias, enfermedades perinatales y cáncer, sobre todo el broncopulmonar.

En el año 2003, la OMS informó “que no existe un nivel de concentración seguro para la población”, es decir, que por debajo del cual no ocasionen algún efecto adverso en la salud humana.

Hay estudios epidemiológicos que avalan las causas de daño para la salud y quisiera reseñar un trabajo actual de 2013, de Javier García Pérez (10) del Centro Nacional de Epidemiología, Instituto Carlos III, donde expone de forma exhaustiva los resultados que respaldan la hipótesis de un incremento significativo del riesgo de muerte por cáncer en las localidades próximas a incineradoras e instalaciones para la recuperación o eliminación de residuos peligrosos. Establece las mayores afecciones sobre los residentes en un área hasta unos 5 km de radio en el entorno de las instalaciones.

El riesgo de agentes contaminantes es sabido pero rápidamente olvidado. Estamos en un momento de la humanidad donde la gestión de los residuos es un gran problema. Lo que hay que valorar en conciencia es que no podemos dar soluciones a corto plazo sino a largo plazo, hacia el futuro legado a nuestros hijos.

Conclusiones:
1) La incineración de residuos sólidos genera peligrosos contaminantes medioambientales.

2) La población pediátrica del Concejo de Mieres constituye uno de los grupos humanos más vulnerables.

3) Aunque todos los contaminantes ocasionan efectos adversos los más peligrosos son las dioxinas, furanos y micropartículas.

4) Entre otros efectos destacan los cancerígenos, las alteraciones en el desarrollo fetal e infantil, las disrupciones hormonales y la disminución de la función reproductora.

5) Los pediatras apreciamos una mayor incidencia de patologías crónicas, como el asma, el cáncer, los trastornos del neurodesarrollo (autismo, trastornos de aprendizaje, etc) o los relacionados con las sustancias disruptoras endocrinas, como la obesidad o la diabetes, todo ello relacionado con nuestro medio ambiente.

6) La relación genética y ambiente están tan conjuntadas, que lo que hagamos hoy repercutirá en generaciones venideras.

7) Las autoridades biosanitarias deben ejecutar las acciones y medidas pertinentes para reducir la exposición a contaminantes ambientales y favorecer los métodos alternativos para tratar los residuos sólidos.

BIBLIOGRAFÍA referida:
1. Zajac L, Sprecher E, Landrigan P, Trasande L. A systematicreviewofusstateenvironmentallegislation and regulationwithregardstothepreventionofneurodevelopmentaldisabilities and asthma. EnvironmentalHealth. 2009;8(1):9.
2. Ancona C, Badaloni C, Mataloni F, Bolignano A, Bucci S, Cesaroni G, Sozzi, R, Davoli M, Forastiere F. 2015. Mortality and morbidity in a populationexposedtomultiplesourcesof air pollution: A retrospectivecohortstudyusing air dispersionmodels. Environ Res.137:467-74.
3. Ortega García JA, et al. El pediatra y la incineración de residuos sólidos. Conceptos básicos y efectos adversos en la salud humana. Revista española de pediatría; 57(6): 473-490, 2001.
4. Cordier S, Lehébel A, Amar E, Anzivino-Viricel L, Hours M, Monfort C, Chevrier C, Chiron M, Robert-Gnansia E. Maternal residencenear municipal wasteincinerators and theriskofurinarytractbirthdefects. OccupEnvironMed. 2010 Jul;67(7):493-9.
5. Vinceti M, Malagoli C, Fabbi S, Teggi S, Rodolfi R, Garavelli L, Astolfi G, Rivieri F. Riskofcongenitalanomaliesaround a municipal solidwasteincinerator: a GIS-based case-control study. Int J HealthGeogr. 2009 Feb 10;8:8.
6. Ashworth DC, Elliott P, Toledano MB., Wasteincineration and adverse birth and neonatal outcomes: a systematicreview. EnvironInt. 2014 Aug;69:120-32.
7. Ortega García JA, FerrísiTortajada, et al. Neurotóxicos medioambientales (I). Pesticidas: efectos adversos en el sistema nervioso fetal y posnatal. Acta Pediatr Esp.2005;63:140-149.
8. Ortega García JA, Ferrís i Tortajada, et al. Neurotóxicos medioambientales (II). Metales: efectos adversos en el sistema nervioso fetal y posnatal. Acta Pediatr Esp. 2005;63:182-192.
9. Ortega García JA, Ferrís i Tortajada, et al. Neurotóxicos medioambientales (II). Organoclorados, organobromados y bisfenol A: efectos adversos en el sistema nervioso fetal y posnatal. Acta Pediatr Esp. 2005;63:429-436
10. García-Pérez J, Fernández-Navarro P, Castelló A, López-Cima MF, Ramis R, Boldo E, López-Abente G. La mortalidad por cáncer en ciudades situadas en las proximidades de incineradoras e instalaciones para la recuperación o eliminación de residuos peligrosos. EnvironInt. 2013 ;51:31-44. PMID: 23160082.

ANEXO Nº 2
CRÓNICA DE DR. D. JOSEP MARTÍ VALLS, DOCTOR EN MEDICINA Y COORDINADOR DEL GRUPO DE MEDIO AMBIENTE Y SALUD DEL CENTRO DE ANÁLISIS Y PROGRAMAS SANITARIOS DE CATALUÑA (CAPS) SOBRE “LOS PELIGROS DE LA QUEMA DE BIOMASA”.

J.L.G. 
(Mieres)

Pueden enviarnos textos, imágenes y cualesquiera otros materiales para publicar en este apartado vía correo electrónico, a elblogdelmierense@gmail.com. Agradecemos que se indique en el asunto del correo que es para su publicación en El espacio del lector.

Comentarios