ÁLVAREZ OPINA: Bañarse en el río con seguridad

Estamos en verano y aunque parece que no acaba de llegar, a la más mínima que haga sol salimos a disfrutar de esta época del año. La semana pasada aproveché el sol liviano que hizo el lunes para ir hasta Santa Cruz a visitar a una gran amiga de la que ya les he hablado en alguna otra ocasión.

Tras tomar algo en el bar del pueblo, decidimos dar un paseo con su perro y nuestras parejas por la senda fluvial. Al llegar a Sovilla, justo bajo el puente de la autovía, me sorprendió ver salir del río a un grupo de unos seis o siete chavales, en bañador, con toallas, como quien sube desde la playa a cualquier paseo marítimo. "Ya estamos en temporada, aquí es raro el día de verano en el que pases y no haya nadie", me explicó mi amiga. Alcancé a ver que el acceso no era el mejor y que en torno a los pilares del puente de la autovía se amontonaban algunas mochilas, de un par de bañistas que aún seguían allí, justo en el punto en el que nace el Caudal por la confluencia de los ríos Lena y Aller. "Y si vas más arriba, antes de llegar a Bustiello tienes otra playa y debajo del puente de entrada al poblado, también suele haber gente siempre en verano", me explicaba mi amiga.
Recuerdo haberme bañado de niña en un río de Castilla, donde solía veranear con mis padres, en la zona de Páramos del Sil. Dejé de hacerlo a los once o doce años, porque un niño se ahogó en un río cercano y cogí miedo. Mis padres me contaron que tuvo que pasar aquello para que el río que se tragó la vida de aquel niño se cerrara al baño. Por el contrario, el que yo visitaba, se convirtió en una pequeña playa fluvial, con un acceso bien hecho, una tabla de recomendaciones y otra de prohibiciones. Lo vi hace dos años, la última vez que estuve por allí, justo antes de la pandemia.
Viendo que tanto el Caudal como el Aller tienen unos cuantos bañistas en época de verano, creo que no estaría de más regular ese uso en pro de los bañistas. Creo que no está de más detectar las zonas con más afluencia y elaborar, a partir de ello, informes técnicos que dictaminen lo seguras o inseguras que son esas zonas para el baño y, en su caso, las acoten. Recuerdo que hace unos años el mismo Caudal acabó con la vida de un pescador, conocido de mi padre, que pescaba en una zona tranquila y acabó, tras un traspiés, siendo arrastrado hasta un pozo del que no pudo salir. Una vez asegurada la tranquilidad de los bañistas, conviene mejorar los accesos. A la de Sovilla están entrando y saliendo trepando por una escollera y para bañarse debajo del puente de Bustiello, me comentaba mi amiga que hay que hacer equilibrio sobre un muro que conduce finalmente al río. Una serie de normas sobre cómo disfrutar del baño y no contaminar las aguas con basura, que algo hay en la zona de Sovilla, sería el remate ideal de una apuesta interesante de nuevos usos para nuestros ríos.

En el río, en la playa, en la montaña o donde sea, disfruten de este verano. Quiero, para terminar, darles las gracias por acompañarme quincena a quincena en la que ha sido mi segunda temporada en esta web. Si la primera la disfruté de lo lindo, esta segunda ha sido mejor si cabe. Por eso, nuevamente, muchas gracias. Salud y hasta septiembre.
ÁLVAREZ

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Río de Castilla, en la zona de Paramos del Sil...
Anónimo ha dicho que…
Déjalo los patinajes en esta sección son épicos...es de las mas flojas.
Álvarez ha dicho que…
Buenos días:

La playa fluvial a la que hago referencia en el artículo es la playa fluvial de Valdeprado, situada en las inmediaciones de la de la capilla de la Virgen de las Nieves, en el término municipal de Páramos del Sil. Gracias por el intento de difamar mi artículo y mi sección y de nada por la lección de geografía.

Un saludo de la más "floja"

Álvarez