HISTORIAS DE NUESTRA HISTORIA: El hallazgo de un altar con reliquias en la ermita de los Mártires (1960)
En julio de 1960 unas obras en la ermita de san Cosme y san Damián desvelaron no solo uno de los secretos mejor guardados del templo, sino también una de las pruebas de cuán antigua era la devoción por estos santos. Allí aparecieron, por casualidad, unas reliquias que no tardaron en hacerse famosas.
Reportaje en ABC informando sobre el hallazgo |
La noticia fue recogida por los principales diarios asturianos y no tardó en dar el salto a diarios nacionales, como el ABC, que le dedicó la página que tienen sobre estas líneas en su edición de 10 de julio de 1960. Este diario recoge cómo, mientras los obreros desmontaban el viejo altar de madera, descubrieron bajo él un rústico altar de piedra, con una losa que descansaba justo en una columna del altar. Sorprendidos, dieron aviso inmediato a don José María Rodríguez, sacerdote responsable, en aquel entonces, de las parroquias de Cuna y Gallegos. Él fue quien los instó a levantar la losa para comprobar qué había debajo.
Manfer, el corresponsal de ABC tuvo acceso a los informes que documentaban el descubrimiento, por lo que lo documenta con gran detalle. "La columna tiene, aproximadamente, 95 centímetros, más la altura de la losa, que es de 14,5. En su parte media presenta un hoyo de 10 por 10 centímetros y un encaje de dos centímetos para colocar la piedrecita que le sirve de tapa; el hoyo mide 5 por 5 y guarda la cajita-relicario. El grueso de la columna es de 30 centímetros, y en su parte más ancha y alta, tiene 38 centímetros", señala el diario, a partir del informe que el párroco envió al Arzobispado.
Sobre el contenido de la "cajita-relicario", el reportaje sostiene que en su interior se guardaba "un hueso rectangular –quizá una vértebra–" mezclada con "ceniza o polvo".
El altar fue objeto de estudio por el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid, que emitió un informe en el que se ocupó de datarlo alrededor de los siglos VI y VII. Tras los estudios, el altar volvió a su sitio y fue cubierto por el actual, obra de un artesano portugués. El hallazgo permitió concluir que el culto a los Mártires se remonta en el tiempo, al menos, 1200 o 1300 años.
Más allá de informar sobre el altar y las reliquias, Manfer hizo en del reportaje un gran trabajo que incluyó, entre otros documentos, la copia de la fundación de una capellanía en el templo actual, en 1821, con la familia Vázquez de Prada como responsables de su patronato. En el documento se señala que "en esta ermita hay un altar que las tiene [las reliquias] a cuyo honor se celebra fiesta".
Pese a que el Arzobispado estudió la posibilidad de trasladar las reliquias a la catedral de Oviedo, para juntarlas con otras reliquias de estos santos –un brazo y una mano–, el hueso hallado en 1960 permanece en Insierto, en el antiguo altar, oculto bajo el actual, como lo estuvo durante siglos.
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