ENTREVISTA: Luis Ángel Fernández, director del Grupu Folclóricu Prau Llerón

Con la llegada de octubre, el folclore toma las calles de Mieres, por octavo año consecutivo y lo hace gracias al Grupu Folclóricu Prau Llerón. Durante los días 8 y 9 se celebra en Mieres el VIII Ochobre Folk, que este año se encuentra dedicado a las danzas representativas. Conversamos con Luis Ángel Fernández, director del Prau Llerón, sobre esta nueva cita con el folclore asturiano.

Tamién pues lléelo n'asturianu

"Es necesario pensar a lo grande, tomar el ejemplo de nuestros vecinos gallegos, y que el baile tradicional asturiano al completo, sea declarado como Bien de Interés Cultural Inmaterial"

–Vuelve el Ochobre Folk, con una octava edición que recupera un día con respecto a la de 2020. ¿Cómo es organizar un festival de estas características en el medio de una pandemia?
Pues la tarea, como os podéis imaginar, de primeras, no se antoja sencilla.
Con el primer obstáculo que nos encontramos al inicio de la organización de esta octava edición, fue uno de los pilares fundamentales de cualquier evento que se precie, la financiación. Así es, que después de llevar dos años sin apenas actuaciones y por lo tanto con unos ingresos ínfimos, sumado a que no fue posible llevar a cabo la rifa la xata San Xuan, la cual era una de nuestras principales fuentes de financiación, y sin el apoyo por último, de los hosteleros y comerciantes de Mieres, al cual decidimos renunciar por cuestiones éticas, nuestro presupuesto se vio profundamente mermado. Con lo cual, no hubo más remedio que apretarnos el cinturón, echarle un poco de imaginación, e intentar eliminar cualquier gasto superfluo con el fin de intentar que la programación no se viera afectada en ningún momento y no perdiera un ápice de calidad.
Por otro lado está la propia pandemia en sí y todo lo que ello conlleva en cuanto a restricciones, protocolos Covid, medidas de seguridad, etc. Se trata de un trabajo de planificación, organización y producción extra, que además de limitarte enormemente a la hora programar, te añada un plus de incertidumbre, no sólo por como se encuentre la situación sanitaria en el momento de llevar a cabo el festival y como le pueda afectar a éste en cuanto a restricciones, sino que también nos preocupa como el público pueda acoger dicha programación, con dichas restricciones, en un contexto de cierta fatiga pandémica.
Pero bueno, al fin y al cabo, mejor o peor, vamos a ser capaces de sacar adelante este festival un año más y eso es lo que cuenta. Todas las dificultades, problemas u obstáculos que puedan surgir previamente, pasan a la historia como una mera anécdota una vez realizado el festival y eso es lo verdaderamente enriquecedor de todo esto, saber sobreponerse a todo lo anterior con trabajo, esfuerzo e ilusión.

Una de las actuaciones del Ochobre Folk de 2020

–El Ochobre Folk de este año tiene unas protagonistas destacadas, las danzas representativas. ¿Qué se entiende precisamente por danza representativa?
Así un poco grosso modo se puede decir que todas las danzas que se conocen en Asturias se podrían clasificar en dos grupos.
Por un lado tenemos las danzas representativas, las cuales nos intentan representar algo, bien sea una historia, una batalla, un hecho histórico o similar.
Son danzas en las que normalmente es necesario utilizar una vestimenta determinada, y en las que se desarrollan complejas coreografías, las cuales son ensayadas previamente con el objeto de ser representadas para el disfrute del espectador.
Ejemplos de estas danzas pueden ser las danzas de palos, de arcos, de espadas o los propios Corri Corri y Pericote, los cuales se integran en esta categoría más bien por la coincidencia de patrones respecto a este tipo, según fueron evolucionando, que por su origen en si.
Y por otro lado tenemos las danzas participativas, cuyo principal objetivo es que todo el mundo pueda participar. Por eso no es necesario portar ninguna indumentaria específica y únicamente poseen un paso muy sencillo, precisamente para que todo el que lo desee pueda unirse, puesto que se trata de una manifestación popular y espontánea para ser vivida en comunidad.
Según su origen pueden ser rituales, ritualizadas o lúdico-profanas, y sin duda alguna se trata de una forma inédita y genuina de danzar que solamente se da en Asturias. Son aquellas danzas de "rueda" o "abiertas" que todos conocemos, en las que nos cogemos del meñique, de la mano o directamente del brazo, y que con dos simples pasos hacia adelante y dos hacia atrás, se va formamando un corro o vamos serpenteando al ritmo que marca la canción que los "guías" de la danza van cantando, mientras que el resto de participantes responden repitiendo la estrofa o bien cantando el estribillo. Ejemplos cercanos y reconocibles serían la danza de San Xuan de Mieres, la danza del Carmen del barrio de la Villa o la Xora Xuana, a las cuales ya se les dedicó una charla en la pasada edición.
Así es que resumiendo, se podría decir que en Asturias podemos presumir de tener una gran variedad de danzas, pero de lo que más orgullosos podemos estar es de tener una formar única e indentitaria de danzar.

–¿Cuentan estas danzas representativas con la misma difusión y protección que otros elementos del folclore asturiano?
Si te refieres a la declaración del Corri Corri como BIC (Bien de Interés Cultural Inmaterial), con lo cual y antes de nada quiero dejar claro que estoy completamente de acuerdo, la respuesta es obvia. Aunque desconozco exactamente todas las concesiones que otorga un título como éste, pienso que el solo hecho del nombramiento y la repercusión que ya supone de por sí, ya se está haciendo mucho más por su difusión y protección, de lo que se hace por el resto de los elementos folclóricos, muchos de los cuales abandonados a su suerte, o en manos de gente que trabaja desinteresadamente y sin ningún tipo de apoyo institucional con el fin de salvaguardar todo ese patrimonio.
Pero a mi juicio, esto no se trata de hacer comparaciones entre unos y otros, lo realmente interesante de todo esto, sería pensar a lo grande, tomar el ejemplo de nuestros vecinos gallegos, y que todos estos agentes trabajemos juntos, con fin de que el baile tradicional asturiano al completo, sea declarado como Bien de Interés Cultural Inmaterial.

Cartel del VIII Ochobre Folk

–El programa de actividades cuenta con charlas y talleres sobre el Pericote, el Corri Corri y la Danza de Palos, que forman parte de la cultura asturiana desde hace siglos. Da la impresión de que son tres de las danzas más espectaculares y complejas en lo que a ejecución se refiere, ¿es realmente así o es impresión nuestra?
En primer lugar habría que destacar que se trata de tres de las danzas representivas que gozan de la mejor salud. Tanto el Pericote en Llanes, como el Corri Corri en Arenas de Cabrales tienen un arraigo, una historia y un respaldo popular detrás enorme, que hace que se mantengan vivas y luzcan como las grandes danzas que son.
En el caso de los Zamarrones de Lena, un colectivo que yo recuerdo desde bien crío, hubo ciertos altibajos, pero gracias a la labor de Sergio Velasco (instructor del taller que vamos a tener en el Ochobre Folk) la danza se recuperó y hoy en día podemos volver a disfrutar de ella. Lamentablemente muchas otras no tuvieron tanta suerte.
En cuanto a la espectacularidad y complejidad de las mismas, no cabe duda que lo son. Como comentaba anteriormente poseen unas elaboradas coreografías, que junto con la solemnidad y la elegancia con la que son bailadas, hace de ellas un espectáculo digno de admirar, aunque también tengo que decir, que existen danzas participativas como sería el caso de les Sampedraes de la Pola Siero, la danza de San Xuan en Nueva de Llanes o la de Mieres del Camín sin ir más lejos, que tampoco tienen nada que envidiar en cuanto espectacularidad y solemnidad y creo que serían capaces de ponerle los pelos de punta a cualquiera.

–El sábado celebrarán la tarde en danza en el patio de los colegios Liceo Mierense y Aniceto Sela con cuatro grupo invitados: Les Mullerones, L'Andecha Turcipié, Los Xeitosos y La Curuxa. ¿Qué nos puede contar de cada uno de ellos?
En la primera pregunta hablaba que tuvimos que echarle imaginación y apretarnos un poco el cinturón, y con esta primera respuesta desvelaré uno de los trucos.
El grupo de Les Mullerones es un grupo de tres pandereteres creado ex profeso para esta tarde en danza, las tres son grandes pandereteras con años de experiencia y las tres son componentes del Prau Llerón, de ahí el nombre, Mu-llerones (los componentes del grupo Prau Llerón nos consideramos a nosotros mismos como Llerones). Ofrecerán un repertorio 100% bailable, el cual se podría disfrutar perfectamente en cualquiera de las actuaciones del grupo de baile
El segundo de los grupos es l'Andecha Turcipié, una bandina tradicional formada por gaita, curdión, tambor y bombo, y que llevan tocando juntos desde el 2005. En el año 2008 empiezan a hacerlo bajo su actual nombre. Turcipié, que viene de magaya (lo que queda después de pisar la manzana) osea sidra que queda después de pisar mucho la manzana y que tiene un gusto ácido.
Como veis, se trata de un término sidrero que sirve perfectamente tanto para describir sus gustos, como para hacer ver que son la mejor opción que puede haber para animar cualquier espicha, nueche en danza o una romería que se precie.
Los terceros en actuar van a ser los Xeitosos, una formación que nace dentro del grupo de baile tradicional Xeitu de Oviedo, y cuya principal característica es la de ser uno de los pocos grupos asturianos formado íntegramente por pandereteros varones. Es un conjunto que se acompaña de percusiones tradicionales y que interpreta un variado y respetuoso repertorio para el baile tradicional.
Y por último, nos acompañará la Curuxa. Uno de los veteranos, no sólo en los escenarios de Asturias sino que también en este festival, puesto que ya es su tercera participación. Es una formación compuesta por gaita, curdión, tambor y bombo, que con un repertorio basado en la música del país, piezas de otras tierras y alguna composicion propia, hacen una mezcla llena de variedad, freescura y juerga, lista para poner a bailar a cualquiera.

–El concierto de Eva Tejedor y les Pandereteres cierra el programa del viernes. La propia Eva, los ponentes de las charlas o los distintos grupos folclóricos hacen también una loable labor de estudio del foclore asturiano. ¿Cómo son las investigaciones en este ámbito? ¿Se basan más en trabajo de campo que de biblioteca?
La palabra folklore es un vocablo que viene del inglés folk, que significa 'gente, pueblo', y de lore 'ciencia, saber'. Por lo que se podría traducir como la ciencia que estudia el saber de un pueblo, sus costumbres, sus hábitos, sus ritos y su forma de vivir, sociabilizar y relacionarse.
Por lo tanto, a no ser que alguien lo haya estudiado ya y ya se haya publicado algún trabajo sobre el tema, lo cual sería de debida lectura. O vas tú mismo a la fuente original o no encontrarás nada en las bibliotecas. Así que sí, se podría decir que todos estos trabajos se basan y se fundamentan principalmente en los trabajos de campo. De ahí que sea tan importante que las instituciones tomen cartas en el asunto, y doten a toda esta gente de la que hablaba anteriormente, y que trabaja de forma altruista, de todos los medios y los recursos necesarios para que continúen con sus investigaciones, antes de que sea demasiado tarde.

–Hablábamos antes de la pandemia, y una de las cosas que ha impuesto son los límites de aforo y la necesidad de reserva de plaza en las actividades a las que nos hemos referido. ¿Dónde y cómo se puede llevar a cabo esa reserva?
El método de reserva es muy sencillo y accesible, simplemente hay que enviar un mensaje de WhatsApp o de texto al 625 01 23 28 indicando la actividad a la que te gustaría asistir, el nombre completo de todos los asistentes y sus números de teléfono.

–Sin reserva previa aunque con aforo se encuentran los cancios de chigre, en La Sucursal. ¿Qué les diría a aquellos lectores que nunca han ido a ver un canciu de chigre para que se animen a hacerlo?
Raro me parecería que ninguno de los que nos leen no hayan sentido nunca en su vida un Hermosa Villa de Mieres, una Capitana o un Fuisti al Carmín de la Pola por algún chigre de por aquí, en una fiesta o en una celebración familiar. Pero aún así decir, que los cancios de chigre que se van a realizar en La Sucursal van a ser un momento distendido, abierto y participativo, en el que además de poder cantar canciones populares, acompañados del acordeón de Satur Vega y siguiendo los cancioneros que vamos a repartir, también se podrá disfrutar de los vermús de sidra asturianos que Nacho pondrá a nuestra disposición, así como degustar alguna de las tapas que diseñaron para la ocasión, como chorizos a la sidra, tortos de picadillo, tortilla de bacalao o paté de morcilla. Un momento fantástico para aunar dos de los dos grandes potenciales de Asturias, su folclore y su gastronomía.

El Prau Llerón, en una de sus últimas actuaciones anteriores a la pandemia

–En 2018 nos comentaba que el Prau Llerón llevaba años "demandando al Consistorio un espacio digno y apropiado para poder llevar a cabo nuestra actividad". Tres años después, ¿han podido avanzar algo en su petición?
Pues lamentablemente seguimos en la misma situación. Reconozco que somos un colectivo con unas necesidades habitacionales muy concretas y no fáciles de proporcionar. Con casi 50 miembros y ensayos (preCovid) donde fácilmente nos podíamos juntar más de 30 personas, pues es evidente que una habitación en los Locales de Ensayo Mercurio de La Peña, que es lo que se nos puede proporcionar desde el Consistorio, no nos sirve de mucho.
Actualmente llevamos dos años sin poder ensayar (excepto para varios eventos puntuales, para los cuales se nos proporcionó un espacio, desde el Ayto) y recientemente hemos conseguido poder retomar los ensayos en el gimnasio del colegio Llerón-Clarin, el cual fue nuestro sitio habitual de ensayo desde nuestra fundación, y del que hay que decir que es un lugar digno y apropiado.
Por eso es, que mis antiguas demandas iban un poco más allá, y no sólo reclamaba un lugar amplio y espacioso, sino que me refería más bien a un sitio donde poder tener cierta independencia y donde crecer y evolucionar como asociación, un lugar que nos permitiera más libertad de horarios y poder aumentar nuestra oferta formativa, donde se pudiera organizar desde curso de costura tradicional a una espicha para sufragar el Ochobre Folk. Lo cual a día de hoy sigue siendo inviable, tanto a nivel público como a nivel privado.
Por eso voy aprovechar la coyuntura y voy lanzar una propuesta al aire recordando que, ahora que se está empezando a utilizar la explanada del pozu Barreo como complejo cultural, en esas mismas dependencias se encuentran los antiguos vestuarios del pozo en un avanzado estado de deterioro. Así que quizás antes de que ese abandono se pueda convertir en un problema mayor, igual sería el momento de ponerse a trabajar en negociar acuerdos con sus propietarios, conseguir financiación y reconvertirlos en una escuela de folclore, un centro de artes escénicas o en un albergue de peregrinos sin ir más lejos.

–También en aquella ocasión nos hablaba de la celebración "por todo lo alto" del 40º aniversario del grupo, que tuvo lugar el año pasado y quedó pospuesto a causa de la pandemia. ¿Esperan poder llevarlo a cabo a corto plazo?
Uno de los actos principales consistía en la presentación de un espectáculo de baile tradicional que tomando la vida y obra de un conocido folclorista asturiano nos llevaría a recorrer multitud de rincones de nuestra comunidad. Un ambicioso proyecto que se vio truncado al inicio de su preparación.
Así que si ésta pregunta me la hubieran hecho al inicio de la pandemia, no tendría la menor duda y diría que nos pondríamos manos a la obra en cuanto pudiéramos. Pero después dos años sin ensayos, sin apenas actuaciones y sin el contacto cotidiano entre los miembros del grupo, yo creo que lo primordial ahora mismo es volver a retomar todo eso. Empezar a ensayar poco a poco, recobrar la forma física y anímica, volver a ser un grupo sólido, fuerte e ilusionado, y justo cuando estemos preparados para dar el 100% de nosotros mismos, será el momento de retomar ese proyecto por que además, estoy convencido de que merecerá la pena.
Público asistente al Ochobre Folk del año pasado

–Terminamos con un último deseo. Tras un Ochobre Folk, el de 2020, concentrado en un día, y en vistas de otro, el de 2021, que ha recuperado terreno. ¿Confían en que el noveno Ochobre Folk, en 2022, sea lo más parecido a los de antes de la pandemia?
Festivales aparte, lo principal y por el bien de todos es que la pandemia se acabe, por eso queremos animar desde aquí, a que todo el mundo acuda a la vacunación y que no bajé la guardia. Fueron tiempos muy difíciles y aunque dentro de nuestro grupo tuvimos la suerte de no sufrirlo muy de cerca, quién más o quien menos ha perdido a un familiar, un amigo o un conocido. Por lo que antes de nada queremos mostrar todo nuestro apoyo y solidaridad con todas esas personas y recordar a todas aquellas que ya no están con nosotros.
Dicho esto, queremos pensar que sí, que para el 2022 la situación sanitaria mejorará y que vamos a poder volver al formato tradicional. Un formato que sufrirá algunos cambios, puesto que uno de los grandes retos que debemos asumir en la siguiente edición, es el cambio de ubicación para la espicha y la nueche en danza, ya que no será posible volver a realizarlo en el grupo escolar Aniceto Sela/Liceo Mierense por cuestión de ruidos. Pero bueno, como dije al principio, eso son problemas del futuro, que con trabajo, esfuerzo e ilusión, pasarán a la historia como una mera anécdota una vez pasé la novena edición.
De momento, queremos invitar a todos los mierenses a disfrutar de este VIII Ochobre Folk y aprovechar para dar las gracias al Ayuntamiento de Mieres y a Juan Ponte por el respaldo que nos brindan, a todos los ponentes, músicos y grupos que participan en esta edición, así como a todas aquellas personas que nos apoyan y nos ayudan a sacarlo adelante año tras año.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Tristemente n' Asturies nun se valora lo nueso...asina nos vá.
Ya podiamos copiar de los gallegos en munches coses.