Comunicar los concejos de Mieres y Riosa a través del valle de Cuna ha sido una de las aspiraciones de distintos gobiernos locales y regionales.
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| Recorte de La Nueva España de noviembre de 1993 |
En otoño de 1993 la prensa anunciaba que el Principado invertiría 115 millones de las antiguas pesetas para construir un vial que uniese Villar de Gallegos, en Mieres, con Les Llanes, en Riosa, a partir de un proyecto elaborado en los años 80. La noticia la daba el entonces concejal de Urbanismo, Luis María García, que celebraba un proyecto que "mejorará, sin duda alguna las comunicaciones entre ambos concejos".
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| Titular de La Nueva España del 21 de septiembre de 1994 |
Un año después, en septiembre de 1994, el Ayuntamiento anunciaba la expropiación de algunas fincas para construir, de esta forma, la carretera.
El tiempo transcurrió, con diversos estudios previos y alguna que otra expropiación, pero sin que el proyecto llegase a materializarse. En marzo de 2011, el Principado sacaba adelante un convenio de fondos mineros para llevar a cabo la carretera, con una inversión cercana a los ocho millones de euros –el 75 por ciento, procedentes de fondos mineros y el 25 por ciento restante, aportados por la Administración regional– y la previsión de que estuviese concluida en 2013. La crisis económica y los recortes en fondos mineros impulsados por el Gobierno estatal echaron por tierra el proyecto, pese a que se convocó un concurso, al que se presentaron más de una veintena de empresas constructoras.
En los pliegos administrativos que rigieron el concurso podía encontrarse que la carretera tendría "dos carriles de 2,5 metros de ancho cada uno, sin arcenes", o que el pago se realizaría "el 25 por ciento, cuando se adjudiquen los trabajos, en 2011; el 50 por ciento, en 2012, cuando se haya ejecutado, al menos, la mitad de la obra, y el 25 por ciento restante, en 2013, cuando la carretera esté finalizada".
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| Entrada por carretera a Villar de Gallegos |
Mieres y Riosa continúan, a día de hoy, sin carretera por el valle de Cuna y sin visos de que las pistas que unen ambos concejos se llenen de asfalto y permitan el paso a todo tipo de vehículos. Aunque no se construyó la carretera, los estudios previos y algunas expropiaciones sí dejaron su huella en el pueblo, con el desmontaje de un hórreo y la pérdida de varias fincas.
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