PALIQUES POLÍTICOS: El reglamento de las distinciones

Acaba de salir publicado, y puede consultarse en la web municipal, el Reglamento de Distinciones y Honores del Ayuntamiento de Mieres. Cinco folios, treinta y un artículos y una disposición final componen este nuevo instrumento legislativo local que regula, como su nombre indica, las distinciones y honores que puede otorgar el Consistorio.

Entrega del título de Hijo Predilecto a José Andrés, en octubre de 2021

Tenía ganas de conocer el contenido de este Reglamento, que, aunque pueda parecer algo baladí, aspira a reconocer, como es debido, la labor de personas físicas, jurídicas y entidades del concejo a través de una serie de distinciones y nombramientos honoríficos. Unas y otros tienen carácter permanente y no dan derecho ni a retribución ni a mérito alguno, como es lógico. Se pueden conceder a título póstumo y son, asimismo, revocables bajo si media condena por algún hecho delictivo o, simplemente, el distinguido realiza algo en contra los motivos que le otorgaron el reconocimiento.
Entre las distinciones, sorprende que se regule ahora la de Hija o Hijo Predilecto, cuando el concejo suma ya tres –Víctor Manuel, el padre Ángel García y José Andrés–. Se incorpora, en iguales términos, salvo el requisito de haber nacido en Mieres, la distinción de Hija o Hijo Predilecto. Ambas se otorgarán “siempre utilizando criterios muy restrictivos” y llevan aparejadas “diploma e insignias”. Junto a ellas se encuentran las medallas del concejo, con dos categorías, de Oro y de Plata, y limitadas a dos de Oro y cuatro de Plata. Aunque no se especifica si esta limitación es anual, que no haya un número máximo anual de medallas al Mérito, otra categoría, hace pensar que las medallas de Oro y Plata sí están limitadas a dos y a cuatro, respectivamente, con carácter anual.
Habrá también un título de Edil Honoraria u Honorario de la Corporación, para “aquellas personalidades que, habiendo sido autoridades municipales del Concejo, generen una alta consideración entre la ciudadanía del concejo (sic)” y se regulan otros nombramientos, como la dedicación de calles, edificios públicos u otros equipamientos, y la de Cronista Oficial del Concejo de Mieres. Lo más interesante de la primera, la de Edil Honoraria u Honorario, es que “la Alcaldía podrá encomendarle funciones representativas cuando estas hayan de ejercerse fuera de la demarcación territorial de este municipio”. Conozco a más de un antiguo edil que estaría encantado de que le nombrasen Edil Honorario solo por eso, pero no voy a dar nombres.
El proceso para que se otorgue cualquiera de estas distinciones lo puede iniciar cualquier grupo político o cualquier mierense, sea persona física o jurídica, además de la Alcaldía. Una comisión especial estudiará los méritos y el Pleno, por mayoría absoluta, decidirá, salvo si median “exigencias de tiempo”, en cuyo caso puede decidir el Pleno sin necesidad de comisión especial. Aunque a priori parezca un poco extraño, me parece correcto, pues cabe pensar que muchas de estas distinciones serán para personas que se encuentran en la etapa final de su vida y a las que no les sobre el tiempo.
La prensa local dejaba caer varios nombres como posibles beneficiarios de estas distinciones. Se hablaba de Nicanor López Brugos, de Julián Burgos y de Felipa del Río, todos ellos ya fallecidos. Me parece una gran idea que se les reconozca lo que en hicieron por este concejo. Ahora bien, lo ideal habría sido un reconocimiento en vida. Siempre me acordaré de la emoción que destilaba el rostro de Juanín de Mieres cuando desveló la placa de su calle, cerca de Requejo, hace casi tres décadas. Ojalá este nuevo reglamento permita volver a vivir situaciones así, con el homenajeado presente y rodeado del cariño de los mierenses. Ojalá sirva también para agilizar cosas como el nuevo nombre del albergue de animales, rebautizado como Tono Ambrosio en memoria de este agente fallecido en un control hace un año, y que todavía no tiene una más que merecida placa en la entrada del albergue. Ojalá este reglamento nos permita, como sociedad, ser más agradecidos con aquellos que, muchas veces, y de manera desinteresada, hacen tanto por el concejo.
ELCARABA

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