UN LUGAR PARA VIVIR: La Segá (Santa Rosa)

Con 1402 habitantes, según datos de 2021, la parroquia de Santa Rosa es la cuarta más poblada del concejo, solo por detrás de Turón (3436), Figareo (1897) y Uxo (1826). Con una superficie de 22,5 kilómetros cuadrados, es, además, una de las más amplias y cuenta con medio centenar de aldeas y caseríos. Entre ellos se encuentra LA SEGÁ, un caserío abandonado hace algún tiempo y que les invitamos a conocer en este reportaje.
A unos 550 metros de altitud sobre el nivel del mar y a 6,5 kilómetros de Mieres se localiza LA SEGÁ. Cuatro casas muy antiguas, algunas ya en ruinas, todas ellas levantadas en piedra componen este lugar, que atesora una auténtica joya etnográfica, una panera con varios siglos en pie, que sorprendentemente resiste al paso del tiempo entre la maleza y los árboles que han ido naciendo a su alrededor. Debajo de ella se observa parte de lo que pudo ser un antiguo molino. Entre las fincas que rodean las casas se observaba, asimismo, lo que podría ser una fuente o, incluso, un pequeño lavadero, al que nos fue imposible acceder. Un dato, en la segunda mitad de los años 60 este lugar contaba con 25 habitantes, según consta en la Gran Enciclopedia Asturiana (ed. Silverio Cañada, 1970).

Los árboles ganan terreno en este caserío, cuyo abandono no deja de ser sorprendente por varias razones. La primera, su cercanía a L'Acíu, una aldea sin habitantes oficialmente, pero con varias viviendas arregladas y cuadras en activo. La segunda, el buen acceso que tiene, a través de una pista hormigonada en la que el tiempo y los jabalíes han hecho mella, pero que permite acceder hasta las casas a pie sin ningún problema. Sorprende también encontrar un poste de alumbrado público en un lugar abandonado y que dos de las casas tengan cajetines de instalación eléctrica.
La tranquilidad, el sol y las vistas de Returbiu y parte del valle de San Xuan nos acompañaron en la producción de este reportaje. También la oscuridad que los árboles proporcionan a la única caleya de este lugar, una sombra tan grande que nuestras cámaras tiraban de flash automático para que las fotografías ganasen en luz.
Con LA SEGÁ cerramos la serie de tres reportajes dedicados a quienes hicieron posible la vida donde hoy solo hay ruinas. La abrimos a finales de 2022 con El Magostero, la continuamos este año con Les Viñes y la concluimos con LA SEGÁ. Nos enorgullece haber podido documentar la existencia de tres lugares olvidados y, aunque suene a fantasía, ojalá alguno de ellos pueda revertir, en todo o en parte, esa situación de abandono en la que se encuentran.

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