En sus algo más de cinco kilómetros cuadrados de extensión, la parroquia de Cuna aglutina a 419 habitantes repartidos por una treintena de aldeas y caseríos. Sin embargo, algunos de esos lugares se encuentran deshabitados, como es el caso del protagonista de esta nueva entrega, LA NEVÁ.
A orillas de la MI-4, la carretera que vertebra el valle de Cuna, se localiza LA NEVÁ, un caserío compuesto por una antigua casa –dividida en dos viviendas– y una finca. Mientras que la finca se conserva en buen estado, la casa podría estar en mejores condiciones. "Cuenten que se llama asina porque ta pa lo avisío y al xelar paez que ta nevao", explican Gloria Muñoz, Roberto Ochagavía y Xosé Ánxelu Pozo en Conceyu de Mieres. Parroquies de Cuna y Gallegos (Academia de la Llingua Asturiana, 1995).
"Durante la guerra [civil] y en los años de posguerra fue un lugar donde se repartió bastante, tanto que los mayores la conocen como La Falange", nos explicaba José, vecino de Cuna, con el que nos documentamos para preparar este reportaje.
En la finca, varios animales y un pequeño hórreo, instalado hace unos años, dan vida a este caserío. "Hasta no hace mucho apenas se veía desde la carretera, rozaron la parte de delante por la primavera", apuntaba José en el verano de 2022, cuando produjimos este reportaje.
La MI-4, que une El Pedroso con Cenera, es ser un paseo perfecto para recorrer el valle de Cuna. A través de su acera, con tres kilómetros de largo, es posible caminar por el valle sin dificultad y descubrir lugares como LA NEVÁ.
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