En mayo de 2014 comenzaba la mudanza del Álvarez Buylla. Sesenta años después de que la residencia Enrique Cangas abriese sus puertas en Muries, la actividad hospitalaria se trasladaba a Santullano. Se abría entonces un futuro incierto para las antiguas instalaciones, sin un plan de uso o derribo a corto plazo.
Una década después ese futuro incierto se ha confirmado. Todo sigue igual para el antiguo hospital de Muries, si bien el paso del tiempo y el vandalismo han hecho mella en el inmueble. Diez años después de su cierre, volvemos al lugar que vio nacer y morir a miles de mierenses a lo largo de sesenta años. Diez años después, volvemos al antiguo Álvarez Buylla.
La maleza cubre los accesos al antiguo hospital, hasta el punto de que se torna difícil acceder al inmueble. Árboles y arbustos se abren paso en caminos y aparcamientos. El vallado del inmueble, efectuado hace un lustro, se halla roto en varios puntos. Los amigos de lo ajeno han accedido al hospital y se han llevado puertas, ventanas, extintores y tuberías.
Durante diez años han sido pocas las propuestas de uso para este inmueble. En su día se habló de pisos tutelados para mayores. No salió adelante. Sí ha habido reivindicaciones, como las de los vecinos de la Güeria de San Xuan, que consideran necesario poner fin al abandono del antiguo recinto hospitalario con un nuevo uso o el derribo del hospital. Nada se ha hecho en los últimos diez años y nada parece ser que se vaya a hacer en un futuro cercano.
Los diques de hormigón que impiden el acceso de vehículos resisten. No así el sistema de videovigilancia que la Seguridad Social ordenó instalar poco después del cierre, tras un tiempo en el que hubo guardias de seguridad custodiando el complejo.
Desde esta web hemos intentado recabar la autorización de la Seguridad Social para acceder al inmueble. No hemos obtenido respuesta, de ahí que nos hayamos limitado al exterior del edificio y hayamos aprovechado el zoom de nuestras cámaras para adentrarnos, desde el exterior, en algunas dependencias abiertas. Aun así, basta con echar un vistazo en Youtube para encontrar distintos vídeos en los que aficionados al urbex, o exploración de lugares abandonados, muestran el interior del hospital.
El antiguo Álvarez Buylla resiste, con todo, al paso del tiempo, a los vándalos y a la naturaleza, que empieza a devorar algunos de sus muros. Todo apunta a que así seguirá por algún tiempo más, a la espera de que llegue un nuevo uso o, en el peor de los casos, la demolición de un edificio vital para el concejo durante seis décadas y hoy depositado en el más absoluto de los olvidos.
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