No es un secreto que las administraciones siempre han tenido carta blanca para contratar a quienes les da la gana. Quizás más antes que ahora, pero gracias a tan particular prerrogativa, en nuestro ayuntamiento se dieron casos muy curiosos, como el que centra esta entrega, con un nombre propio como protagonista: Víctor Sariego Díaz-Estébanez.
Pero ¿quién es Víctor Sariego Díaz-Estébanez? Este ovetense se define como “ingeniero e inventor”. Su principal invento, el Ludivox, un juego de ingenio para niños a base de piezas de madera, le valió distintos reconocimientos internacionales. Corrían los primeros años de la década de los 90.
Su nombre y sus reconocimientos llegaron, no se sabe muy bien cómo, hasta el Gobierno local de Mieres. En el otoño de 1994 Gustavo Losa, entonces alcalde, negoció su contratación por el Ayuntamiento como asesor. Un asesor adscrito al área de Cultura, capitaneada en aquella época por el edil Raúl Casasola. Sariego y Mieres firmaron contrato a finales de año, por seis meses prorrogables. Nuestro concejo se convirtió entonces en el único municipio de España con un inventor en nómina.
“Busco aportar y captar nuevos proyectos e ideas para dinamizar el municipio”, apuntaba Víctor Sariego. Ya desde un primer momento apostó por crear un “parque creativo interactivo” en Turón y por el diseño y fabricación de esculturas modulares, como el prototipo que mandó instalar en los jardines del Ayuntamiento, dedicado a la tolerancia. También fantaseaba con que Mieres se convirtiera en la sede de otro ambicioso proyecto, un “salón de inventores” y que en Mieres se fabricase en masa su Ludivox, pues, a su juicio, “con pocos recursos” podrían “generarse varios puestos de trabajo”.
Nunca se hizo público su salario, pero La Nueva España apuntaba que era similar al de “un técnico municipal de grado medio”, algo que desmienten fuentes consultadas por esta web. “Era asesor y los asesores cobraban más. Tranquilamente ganaría más de dos millones de la época en esos seis meses”, apuntan exempleados consultados para la producción de esta entrega.
El contrato de Sariego finalizaba el 30 de junio de 1995. Poco antes se habían celebrado elecciones y el nuevo Gobierno local, con Misael Fernández Porrón como alcalde, no quiso renovarlo. Nuestro protagonista se fue rumbo a Galicia, también como inventor-asesor, y ninguno de los proyectos que concibió para Mieres llegó a materializarse.
Una simple búsqueda en Google permite descubrir que no tuvo suerte con nada de lo que propuso en ciudades como A Coruña, Pontevedra, Málaga, Gijón o Tenerife, para las que trabajó en distintos momentos a lo largo de estos últimos treinta años.
Fotografías:
·Víctor Sariego, junto a su prototipo de escultura
para los jardines del Ayuntamiento en diciembre de 1994 (La Nueva España)
·Titular sobre la contratación de Sariego como
asesor municipal (La Nueva España, noviembre de 1994)
·El Ludibox, en una demostración organizada por su inventor
en Santa Cruz de Tenerife en 2021 (diario El Día)
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