"Hay tres lugares en el mundo donde uno puede encontrarse realmente a gusto porque supieron no perder su sabor a pueblo: la isla de Manhattan en Nueva York, el barrio romano del Trastevere y la plaza de Requexu de Mieres". En 1999 el poeta madrileño José Hierro (1922-2002) dedicaba estas palabras a una de las plazas más emblemáticas del concejo. Lo hacía en el marco de las jornadas literarias organizadas en la Casa de Cultura.
Y es que la plaza no pierde su esencia, como demuestra el recorrido fotográfico a través del tiempo que les ofrecemos en esta entrega. Medio siglo después, las galerías y los corredores salpican este concurrido enclave, un lugar fundamental para la cultura sidrera asturiana.
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