Por motivos laborales, viajo con frecuencia entre Mieres y Madrid y uso el tren. Sé que en vuestra web se ha hablado y se habla mucho de la estación de Mieres-Puente, pero creo que nunca se ha publicado relato de una usuaria habitual. Permitidme que os lo cuente.
¿Por dónde empiezo? Viajo con abono recurrente de media distancia, un gran invento, todo hay que decirlo. En mi caso, el abono lo tengo tanto en formato físico, en un tarjetón enorme, como en el móvil. Para pasar los tornos cualquiera de los dos, el tarjetón o el móvil, deben ser leídos. Una vez conseguí que los leyesen a la duodécima vez. Fue un milagro. Por las mañanas siempre hay personal, amabilísimo, por cierto, que te echa una mano. Por las tardes, hay que ir con tiempo. Para la vuelta, los habituales ya lo sabemos y procuramos pasar varios a la vez cada vez que uno consigue que le lean el abono.
Por cierto, el abono no se puede obtener en la estación de Renfe. Hay que ir a la de Feve, que vale, está cerca, pero que no deja de ser algo curioso y poco conocido. "Aquí lo mismo te llevamos a Collanzo que a París", me dijo, con humor, el empleado que me atendió la primera vez que lo saqué, hace un año y pico. Personal amabilísimo también en Feve.
Volviendo a la estación, se pretende que el Ave cambie Mieres-Puente. Y ojalá sea así, porque mucho hay que retocar. A los problemas para la lectura del billete se suma la falta de información sobre trenes que no sean Cercanías. Ni en las pantallas ni en los tablones figuran los horarios o andenes, por lo que muchas veces la gente se confunde, máxime si viajan por primera vez o no lo hacen a menudo. El espacio para esperar es el que es, poco, si además te coincide un Cercanías pasando a la vez. No hay cafetería, no hay baño, los montacargas que salvan los andenes dan cualquier impresión menos la de seguridad y, hablando de impresiones, una se queda mirando la estación muchas veces y se percata que lo que debería ser la estación principal de un concejo por el que pasa y en el que para la alta velocidad no es más que un apeadero. Que quizás estaríamos mejor, aunque un poco más lejos, si siguiéramos yendo a coger el tren a El Norte, como antaño, a una estación en condiciones.
Por si todo esto fuera poco, las comunicaciones tampoco son especialmente favorables. O vas a pie o te lleva alguien, pero ese alguien no será un conductor de autobús urbano. Solo el que lleva los estudiantes al Campus hace parada allí, cuando antes tanto la línea 1 como la 3 la hacían. El taxi es un dinero, alguna vez lo he comprobado, al menos desde Vega de Arriba.
En fin, que está bien plantearse si debe parar o no el primer AVE del día, pero también hay que insistir en que no podemos tener semejante atraso como estación. Es hora de que se invierta en ella.
María José Álvarez
(Mieres)
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