PALIQUES POLÍTICOS: Con el sindicalismo hemos topado

Hace más de tres décadas, en un pequeño corrillo de café, varios ediles conversábamos sobre las elecciones sindicales en el Ayuntamiento de Mieres. En un momento dado, un edil socialista soltó algo así como "a ver quién sal, porque los de ahora son unos tocacojones", a lo que otro, de la oposición, le respondió con un "pues tienen derecho a serlo".


El CSIF está causando cierto malestar en el Gobierno local, después de que sacase a relucir en los medios la denuncia de dos profesores del conservatorio ante la Inspección de Trabajo. ¿El motivo? Una presunta contratación irregular de otro docente, que estaría dando clase cobrando directa y extraoficialmente del alumnado. 
Como siempre que salta algo de esto, en el Ayuntamiento se vive un instante de reflexión, que se resolvió esta vez con una nota de prensa en la que insistieron en la legalidad de todos los contratos de la Escuela de la Música. La justicia ha archivado la causa.
Este es un muy buen ejemplo de cómo un sindicato puede apretar las tuercas al Gobierno local de turno. Quizás no sea el mejor, pero para eso están los sindicatos, para apretar tuercas, aunque a veces lo hagan valiéndose de opciones que no son las más ortodoxas.
Ahora lo hace el CSIF, hace dos o tres legislaturas, el SIPLA. El ruido mediático de unos y otros los llevaron a ser los sindicatos con más presencia en el comité de empresa del Consistorio en las elecciones sindicales de mayo. Desapareció CCOO y UGT quedó prácticamente como un sindicato residual. Casualidades o no, los dos sindicatos más cercanos a IU y PSOE, los más cercanos a quienes gobiernan y gobernaron y que otrora se repartían el pastel: en 2008 UGT ganaba por la mínima a CCOO, en un duelo de dos, con un delegado más.
La llegada de nuevas corrientes sindicales ha hecho un gran bien a los trabajadores de cualquier ámbito. En el Ayuntamiento no podía ser de otra forma. Porque, si son congruentes con sus propósitos, pueden convertirse en un auténtico poder, mucho más firme incluso que el de los partidos políticos.
ELCARABA

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