A veces las discusiones se van de las manos y, si se juntan con el alcohol, terminan por dar pie a la comisión de un delito. Fue lo que ocurrió el 18 de julio de 1935 en El Tarronal.
Uno de los protagonistas de esta historia se llama Víctor Alperi. Debemos aclarar que no es el famoso escritor mierense, aunque sí podría tratarse de un familiar suyo, hecho que no hemos podido contrastar. Aquel día Víctor, que había sido invitado por unos amigos a un pueblo del valle de Santiso. Al acabar la tarde, Víctor, ingeniero industrial de profesión, decidió, junto a sus amigos, parar a tomar algo en la taberna de otro ingeniero industrial, Olegario Ruiz, situada en El Tarronal.
Los amigos bebieron sidra y Víctor, en un momento dado, ofreció un vaso a la tabernera y esposa de Olegario. La mujer lo rehusó y Víctor, enfadado, le echó la sidra a la cara. Olegario intervino para reprender a Víctor, que, acto seguido, tomó un cuchillo que habían llevado sus amigos y se lo hundió a Olegario en el vientre. Murió al día siguiente en el antiguo Hospital Provincial de Oviedo. Víctor fue inmediatamente detenido.
El juicio se celebró el 29 de octubre de 1935 en el Tribunal de Urgencia de la Audiencia Provincial de Oviedo. El abogado de Víctor se basó en una legítima defensa para lograr la absolución de su cliente. Los testigos apuntaron a que Alperi estaba borracho, mas la tabernera lo negó e insistió en que Víctor era totalmente consciente de lo que hacía. Logró probarse en la sala que, en efecto, aquel día Víctor había bebido.
El veredicto del tribunal fue que Víctor Alperi era culpable de homicidio, con varias atenuantes ligadas a su estado de embriaguez. Fue condenado a doce años y un día de prisión y al pago de diez mil pesetas de indemnización a la mujer e hijos de Olegario.
Ilustran esta entrada:
·El Tarronal, aldea donde sucedieron los hechos hace casi nueve décadas.
·Recorte sobre el juicio en El Comercio (30/10/1935).
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