CÓMO HAN PASADO LOS AÑOS: De tiendas por el Mieres de los 90

Mieres, principios de los años 90. Esteban es un vecino de Turón. Trabajador de Minas de Figaredo, ha tenido mala suerte. Hace unas semanas un accidente lo dejó sin coche. No hubo daños personales, solo materiales. Por ello, un día por semana y ya que está de vacaciones, decide desplazarse a Mieres. Acompañamos a Esteban en su paseo por el Mieres de los 90.

A Esteban le han hablado maravillas de Opel y le gusta el Opel Astra, que se está vendiendo muy bien. Así pues, acude a Alvi, el concesionario de Opel en Mieres, situado en Fábrica de Mieres, que tiene también “gran variedad en vehículos de ocasión”.

Tras echar un vistazo al Astra y llevarse algún catálogo, vuelve al casco urbano y hace parada en Automóviles Tino, que vende “coches nuevos y usados” de las más exclusivas marcas, en su gigantesco local de Carreño Miranda. Echa un vistazo a algunos modelos, pero no acaba de decidirse…

Es media tarde y le da hambre. Tiene ganas de hamburguesa, por lo que decide ir a comerse una al Mike’s, en la calle La Vega, donde muchos niños celebran sus cumpleaños.

Sale del local y recuerda que no tiene nada para cenar. Se le antoja un filete con verduras y va a comprarlo a Congelados Mieres. El filete le cuesta 505 pesetas; las verduras, 583. En total, se deja 1088 pesetas en este establecimiento de la calle La Vega.

Eso sí, Esteban es un tipo con suerte y le han regalado un punto para conseguir el famoso reloj de cocina de Congelados Mieres. Solo le queda conseguir veintinueve más antes de que acabe el año para hacerse con el reloj.

Se percata de que es tarde y debe volver a casa, pero le faltan veinte minutos para el próximo autobús y no le apetece esperar tanto. Por eso, en Ramón y Cajal toma la Fernández, que lo dejará a escasos metros de su casa, hasta donde llega en uno de los recién estrenados Pegaso Andecar Azahara, llenos de comodidades para el viajero.

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