ÁLVAREZ OPINA: La agonía del chalet de Figaredo

Mierenses, el chalet de Figaredo ha muerto. Porque sí, un edificio puede estar unos cuantos años sin uso, pero mantenido. El chalet se ha quedado sin uso y lleva desde entonces sin saber lo que es el mantenimiento, viendo pasar proyectos sin captar ninguno, y, lo más grave, deteriorándose poco a poco. Está siendo su particular agonía.

Basta con echar un vistazo al chalet desde el exterior para percatarse de que este inmueble centenario está muriéndose lentamente. Su tejado de pizarra muestra ya desconchones que se traducen en goteras en su interior. Si se desciende la vista se observarán arroyos por las paredes, fruto de la rotura de canalones y de que llevan años sin limpiarse. Más grave aún es que hay ventanas abiertas de par en par, hasta el punto de que de algunas vuelan cortinas, por las que han empezado a entrar las palomas. ¡Cómo les gusta hacerse con el control de sitios abandonados!

Se habló de un negocio de hostelería, de una asociación para personas con discapacidad, de un centro de atención a víctimas de violencia sexual. Y al final, nada de nada. Desde que el Cecodet se fue, allá por el lejano otoño de 2011, el chalet de Figaredo agoniza, se muere lentamente. Y es una pena.
Cada vez que me asomo a su reja imagino las numerosas posibilidades que tendría este edificio. Confieso que es un inmueble que me encanta. Que si habría que hacer un top tres de edificios públicos del concejo, este estaría en él sin duda. Tras imaginarme sus posibilidades, no puedo evitar sentir rabia al ver cómo está, tan abandonado el pobre. Un abandono que puede jugar en su contra si alguna vez se le vuelve a dotar de uso: habría que ver quién o quiénes quieren invertir en un chalet que necesita una reforma sino integral, casi. Tiene suerte, o va teniéndola, de que no parece interesar a los vándalos al encontrarse en un recinto muy bien cerrado.
Trece años de agonía a la que se debería poner punto y final antes de que sea demasiado tarde. Es necesario devolver a la vida al chalet de Figaredo. Puede que otros trece años de abandono ya no los aguante.

ÁLVAREZ