El aparcamiento en el entorno del castillete de Barreo es algo habitual pero no se halla lo más mínimo regulado, lo que hace que se den situaciones como las que relato a continuación.
Un vehículo ligero de transporte escolar no puede pasar delante del castillete si aparcan frente a él una furgoneta. Un autobús no puede recoger niños si en donde debe maniobrar hay tres o cuatro coches estacionados. Arriba, una vez pasada la escalera, se han dado casos de coches mal aparcados en el intento de aprovechar el espacio que dejan las aceras con esquina. Todo ello, por no hablar de que muchas veces te encuentras un vehículo circulando en sentido contrario al tuyo en zonas donde los coches aparcados obligan a maniobrar a uno de los dos.
Entiendo que es una zona menos transitada que cualquier calle del centro, pero no por ello se debería tolerar que cada cual aparque como le dé la gana y se dificulte el tránsito a los profesionales que hacen o deben hacer uso de esa calle. Pienso en conductores de transporte escolar, repartidores y, por supuesto, servicios de emergencia.
Creo conveniente que se haga el correspondiente estudio de cara a que luego se pinten plazas de aparcamiento, rayas amarillas y lo que haga falta para solucionar así el caos de estacionamiento y circulación en el que se convierte muchas veces Barreo. Igual es interesante también estudiar qué hacer con la circulación, si se pone un solo sentido o se habilitan los dos.
Da la impresión de que, tal y como lo tienen ahora, Barreo es un reducto del Mieres sin ley de los 80, en el que si querías aparcabas como te diera la gana hasta delante del ayuntamiento.
Sergio Villa
(Mieres)
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