Me han pedido desde la web que,
aprovechando que estamos de aniversario y para rebajar un poco tanta actualidad
ligada al coronavirus, escriba en esta ocasión un artículo más distendido. Les
dije que lo iba a intentar, aunque no me comprometí a ser distendida, ya que
normalmente no suelo serlo. Si están leyendo estas líneas es que los
responsables de la web han considerado que este artículo puede hacer que dejen
de pensar en el coronavirus durante un rato.
En agosto o septiembre del año pasado
unos amigos de Gijón, mi chico y yo nos propusimos subir a pasar un domingo a
El Rancho. Las veces que habíamos subido allí lo habíamos hecho en coche, y
esta vez queríamos intentarlo a pie, aunque estábamos un poco perdidos sobre
los atajos a seguir para llegar sin dar toda la vuelta que pega la carretera.
¿Qué hicimos? Lo que se hace en 2020, tirar de Google y buscar qué caminos
llevaban al área recreativa desde Mieres.
Lo que parecía una búsqueda inocente se tornó en una búsqueda pincantona porque uno de los primeros resultados pertenecía a una web llamada Mis Picaderos. Ya el nombre sugería algo, pero aun así, pecando de ingenuos, pinchamos en el enlace y nos encontramos con un mapa de Mieres, el de la imagen que abre el artículo, con una docena de puntos que señalan los mejores picaderos que hay en el concejo; bueno, no sé si los mejores, pero sí los que alguna vez usó alguien, que después de intimar en esos lugares tuvo tiempo para reseñarlos en esta especie de Trivago sobre lugares públicos o al aire libre en los que practicar sexo. El área recreativa de Rozamayor-El Rancho, tildada de "muy íntima y aislada", era uno de ellos, de ahí que apareciese esta web en nuestra búsqueda de Google.
Lo que parecía una búsqueda inocente se tornó en una búsqueda pincantona porque uno de los primeros resultados pertenecía a una web llamada Mis Picaderos. Ya el nombre sugería algo, pero aun así, pecando de ingenuos, pinchamos en el enlace y nos encontramos con un mapa de Mieres, el de la imagen que abre el artículo, con una docena de puntos que señalan los mejores picaderos que hay en el concejo; bueno, no sé si los mejores, pero sí los que alguna vez usó alguien, que después de intimar en esos lugares tuvo tiempo para reseñarlos en esta especie de Trivago sobre lugares públicos o al aire libre en los que practicar sexo. El área recreativa de Rozamayor-El Rancho, tildada de "muy íntima y aislada", era uno de ellos, de ahí que apareciese esta web en nuestra búsqueda de Google.
Cuando te encuentras por casualidad
una web como esta, es imposible e inevitable no echar un vistazo a qué cuenta
la gente de esos puntos marcados como picaderos. Hay de todo. Recojo a
continuación algunas de las mejores opiniones, para echarnos unas risas:
>"Buen sitio […] no frecuentar de
día", explica un usuario que parece que tuvo una mala experiencia, que no profundiza, en el aparcamiento del barrio Pachón, en Ablaña.
>"Lo más alto del monte de Siana,
unas vistas acojonantes, sobre todo de noche. Lo de Di Caprio en Titanic no es nada comparado con estas
vistas", apunta un usuario del mirador del picu Siana que al parecer se ha
quedado más sorprendido con las vistas de Mieres desde el mirador que con lo
que haya podido hacer o dejar de hacer allí. Comparto la referencia a Titanic, porque indudablemente presta
más disfrutar de la vista nocturna de una ciudad, con sus luces y su vidilla, a
salvo desde lo alto de un monte, que de la vista de un mar oscuro, engaramado
en la popa de un barco que se va a hundir. No hay color.
>"Entre dos muros. La vista no es
muy buena. Si le echas cara también de día, depende de la vergüenza",
señala otro usuario de un espacio próximo a la antigua estación de tren, en El
Norte. Si estás entre dos muros es lógico que la vista no sea muy buena, pero
para lo que se va a hacer, casi que tampoco se necesita tener ahí una vista
impresionante. Quizás ayude con eso de la vergüenza, digo yo.
>"Centro de salud Norte. Te
puedes colar de noche fácilmente. El lugar más usado de Mieres", indica
una referencia localizada sobre el centro de salud Sur. Se nota que quien la
escribió había ido de noche y por lo que sea no vio bien el nombre del consultorio.
Esta referencia ha de ser antigua, ya que el perímetro del ambulatorio se valló
hace un par de años precisamente para evitar estas y otras cosas intolerables
en las proximidades de un centro de salud.
>"Es perfecto, tanto de día como
de noche", es la opinión que alguien guarda de más de una experiencia
sexual en la esplanada del pozo Barredo, ya que el "tanto de día como de
noche" lo delata.
Hay muchas más opiniones de otros
lugares, pero insisto en que el propósito de este artículo es entretener, no
dar ideas, máxime en los tiempos que estamos viviendo, con eso de la cuarentena
y de las cautelas higiénicas que hay que tener en el día a día, actividad
sexual incluida.
Muchas felicidades a los responsables
de esta web por el undécimo aniversario y mucha salud para los lectores. Creo
que es lo mejor que se puede desear en medio de una epidemia.
Álvarez
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