ESTÁ PASANDO EN MIERES: Del reformado lavadero de Cenera a los avances de la primavera en el concejo

Continuamos nuestro recorrido por el concejo para poner el foco en pequeños hechos noticiosos que no se han convertido en noticia y que por lo tanto no han aparecido en prensa. En esta ocasión volvemos a hacerlo con menos fotografías que de costumbre, dado que buena parte de las cosas que Están pasando en Mieres ya las hemos abordado en el reportaje especial dedicado al impacto del coronavirus en el día a día del municipio.

Aun así, pandemias aparte, en Mieres siguen pasando cosas.

Si en la entrega anterior les mostrábamos el avance de las obras de rehabilitación del palacio de Baxo, en Cenera, volvemos a esta localidad para mostrarles otras obras prácticamente terminadas, las de reforma del lavadero del pueblo. Realmente no volvemos, ya que la lectora que realizó estas y las anteriores fotografías nos las envió hace unas semanas y hemos querido racionalizarlas, dada la situación actual.

 

La reforma de este lavadero, construido en 1934, se ha desarrollado a lo largo de los últimos dos meses. Un nuevo tejado, reformas en las balsas, un nuevo frente de piedra y pintura blanca han hecho que este lavadero, construido sobre el río, en uno de los puentes del pueblo, vuelva a lucir en todo su esplendor.

También seguimos racionalizando las imágenes del repintado y reorganización vial de distintas calles del casco urbano, unos trabajos que el Consistorio ha venido realizando con una dotación económica de 73.477,14 euros. Mientras que algunas calles han visto sus señales horizontales repintadas, otras han ganado en señales verticales, como la Guillermo Schultz, que desde hace unos días luce una señal de dirección prohibida, con la excepción de vehículos autorizados.

Y terminamos este breve Está pasando en Mieres con un par de imágenes que muestran cómo la naturaleza permanece ajena a la crisis sanitaria que estamos viviendo.

 

El verde vuelve a resurgir tras el invierno en distintos rincones del casco urbano, como los jardines del IES Bernaldo de Quirós o la plaza de La Pasera, cuyos árboles nos recuerdan que ahí están, esperándonos para cuando podamos volver a salir a las calles.