Caballitos y chiringos son piezas clave en la celebración de San Xuan. Ambos permiten pasar un buen rato, bien sea montando en las atracciones o tomando un culete de sidra. Lamentablemente, todas las cosas buenas tienen su parte mala... Desde hace ya varios años el Ayuntamiento nos lleva “torturando” con el eslogan “Mieres para vivir”, en el que uno de sus puntos principales es la limpieza de las calles y el reciclaje, en los que debemos colaborar todos. En estos años de vigencia del eslogan se ha podido ver una cierta mejoría en la limpieza de las calles y rincones del municipio así como un incremento en el número de personas que reciclan, pero eso no es lo que me preocupa... El motivo de esta crónica viene dado por el título, ¿acaso no han visto cómo se queda la zona donde están los caballitos una vez que estos cierran? ¿Y qué me dicen de la Plaza de la Libertad? Parece ser que durante estas dos semanas que duran las fiestas a los mierenses se nos olvida en casa nuestra conciencia ecológica ya que todo lo que cae en nuestras manos (da igual lo que sea, siempre que no sirva de nada) acaba en el suelo. Es lamentable el estado que presenta la zona de atracciones un día por la mañana: papeles, botellas, cristales... ¡Todo en el suelo! Viendo eso parece que las papeleras hubiesen desaparecido como por arte de magia, ¡pero siguen allí! Algo igual (o incluso peor) ocurre en la Plaza de la Libertad, que día tras día, desde principios de junio, amanece repleta de cristales y totalmente sucia... Es una lástima que durante las fiestas a muchos mierenses se les olvide que la conciencia ecológica debe estar siempre con nosotros...
Plauto
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