CRÓNICA: Morriña

¡Saludos a todos mis lectores desde un lugar bastante lejano a Mieres!
Efectivamente, me encuentro de vacaciones desde principios de mes (no lo habrán notado en mis crónicas ya que están “pre-elaboradas”) y aún me quedan muchos más días de relax.
Pero bueno, el objetivo de esto no es hacer de rabiar a aquellos que ya han acabado sus vacaciones ni a aquellos que, por cualquier circunstancia, se han quedado sin ellas...
En esta ocasión no voy a hablar de nada físico, sino de algo abstracto que nos ocurre a muchos los primeros días de vacaciones fuera del lugar en el que habitualmente vivimos.
Es un extraño, pero a la vez hermoso sentimiento que hace que añoremos nuestra tierra fijándonos en cosas cotidianas, del día a día, un sentimiento llamado morriña.
¿Quién no se ha parado a pensar en su Asturias o en su Mieres cuando veranea en un lugar de calor axfisiante? ¿Quién no ha echado nunca en falta las montañas que envuelven nuestra villa cuando se está en terreno llano?
La morriña es un sentimiento que aparece en muchas personas, un gran sentimiento que nos hace ver que lo que deseamos perder de vista durante casi todo el año lo echamos en falta en la semana, quincena o mes que estamos fuera...
Con morriña,
Plauto

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Yo tambien siento esa sensacion de la que hablas cuando me encuentro fuera de asturias. Añoro todo, desde la comida, el orbayu, el sol que calienta pero que no asa...
Cosas tan insisgnificantes con esa son las que nos hacen unos verdaderos asturianos y mierenses.