El otro día, dando una vuelta por la zona de la calle La Vega dejé salir al matemático que llevo dentro y me puse a echar cálculos.
Las calles “exclusivas” para peatones, o, lo que es lo mismo, “anti vehículos” y “pro comercios” crecen y crecen. Es la realidad…
Desde 1996, calculo, hasta el presente año han aparecido muchas calles peatonales como La Vega, la Morcín, la Luis Fernández Cabeza y otras que podríamos llamar “semi peatonales” como la calle Aller, la calle Avilés, la Armando Palacio Valdés o la Manuel Gutiérrez entre otras.
Echando cuentas, mentalmente, medí la longitud de la línea recta que forman La Vega y Jerónimo Ibrán (suponiéndola entera peatonal, como estará en breve) y llegué al resultado final: un kilómetro y pico, que, si se une al barrio de La Villa, puede llegar a pasar de kilómetro y medio. Así pues, “bajar” desde La Villa hasta el final de Jerónimo Ibrán para volver a “subir” supone andar unos tres kilómetros, no está mal, nada mal… Es casi tanto como ir desde el Puente de Siana hasta casi Reicastro…
En conclusión, y perdón por atormentarles con estas –para muchos- insípidas líneas, pero aquel que quiera adelgazar… ¡que ande por las peatonales!
-PLAUTO-
Comentarios
No exageres obseervador
Ami me gusta las calles peatonales, por que? pues por que tengo una hija pequeña y me da mas tranquilidad poder sentarme en una terraza y que la niña juege con sus amigos alli al lado, pero como conductor tambien opino que para nosotros es una faena pero faena por los rodeos que se an de dar para ir de una calle a otra, pues por otra parte a mi no me importa dejar el coche en la mayacina para irme a la piscina manuel llaneza, en cambio en Mieres estamos acostumbrados a querer meter el coche dentro de la piscina y si pudieramos incluso dentro de la taquilla. por eso estoy a favor de las peatonales pero dentro de un orden no vayan a hacer de mieres una ronada para coches y lo de mas un andar..