Muchos
de ustedes seguramente conocerán a José Ramón Viejo Sáez, pero seguro que todos
conocen una página en Facebook llamada "Mieres,
años 80 y 90” que goza de una gran popularidad en dicha red social (y fuera
de ella).
Hoy
charlamos con José Ramón Viejo Sáez, cartero rural de profesión y un gran
aficionado a la fotografía, creador de la mencionada página.
“Las fotos tienen que decirte algo, transmitir belleza, emoción,
repulsión, nostalgia. Lo que no pueden es dejarte indiferente”
-¿Cómo y cuándo comienza su afición por la
fotografía?
Dibujante
frustrado (inútil y nefasto), poco a poco busco un espacio donde expresarme. Un
aprendizaje lento y el paso por el fotoperiodismo (El Correo de Asturias) me
descubren este mundo.
-Al hilo de lo anterior, ¿recuerda su primera
cámara? ¿Conserva sus primeras fotografías?
Recuerdo
todas mis cámaras: una Pentax mx para el fotoperiodismo, una Yashica Mat de 6 x
6 para los trabajos más creativos, luego una Horsemat que perteneció a Jubar
para mis trabajos más ambiciosos…
Conservo
prácticamente todo lo que he hecho.
-¿Con qué cámara o cámaras viene trabajando
actualmente? ¿Lleva alguna siempre encima?
Cargué
tanto tiempo, cuando era más joven, con cámaras, trípodes y objetivos, que ,
actualmente, soy un absoluto fan de la fotografía digital. Siempre llevo una
cámara encima, ligera y con una cierta calidad, he tenido de todo.
Siempre
digo que las mejores fotos no las haces con tu mejor cámara sino con la que
llevas encima. Este año una compacta Olympus xz-1, y una bridge Fujifilm X-S1. Que
me perdonen los entendidos…
Las
fotos tienen que decirte algo, transmitir belleza, emoción, repulsión,
nostalgia. Lo que no pueden es dejarte indiferente.
-¿Cómo cree que ha cambiado el mundo de la
fotografía la llegada de la era digital y de los programas informáticos como el
Photoshop?
Lo
ha cambiado todo, lo ha simplificado todo. Cuando me casé, una de las
condiciones era que una habitación fuera un laboratorio fotográfico. Me
fabricaba mi propio revelador, todo era un proceso químico que era largo,
costoso y a veces frustrante.
Ahora
desde el momento que haces la foto hasta el proceso final de verla impresa o
publicada en pantalla, todo es más fluido y disfruto mucho más de lo que lo
hacía.
-En relación con lo anterior, ¿qué opinión le
merece el avance de las nuevas tecnologías en esta materia, que han hecho que
se puedan hacer fotografías con teléfonos, ordenadores, relojes y hasta gafas?
Soy
un enganchado a las nuevas tecnologías, la popularización de la fotografía no
le ha restado importancia a lo principal, contar algo interesante con la
imagen. Tener una gran cámara no garantiza captar una imagen interesante. Pero
para el que tiene algo que aportar se ha simplificado mucho el proceso.
-Usted es miembro de la Agrupación Fotográfica Semeya, ¿qué nos podría contar de esta asociación? ¿Qué actividades viene
realizando últimamente?
Yo
fundé el grupo de fotografía SEMEYA en el año 1989, cuando dejé el
fotoperiodismo, para llenar el hueco de seguir con la afición de la fotografía.
Estuvimos unos cuantos años muy activos y luego poco a poco lo fuimos dejando.
Estoy tremendamente contento con la recuperación del grupo gracias al nuevo
impulso que le han dado especialmente Carlos Salvo que lo ha recuperado y Cesar
Sampedro, que está creando un grupo de los más activo.
-En septiembre de 2012 usted crea en Facebook la
página "Mieres, años 80 y 90", que se ha
convertido en todo un referente en esta red social, donde tanto usted como los
seguidores ‘cuelgan’ instantáneas del Mieres del ayer. ¿Cómo surge la idea?
¿Qué balance hace de este año y medio en funcionamiento?
¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha dado esta
página en este tiempo?
Yo
quería mostrar las fotos que había tomado con veintitantos años de aquel Mieres
que veía escurrirse delante de mis ojos: el afilador, Tornillos, La Gloria, las
guarnicionerías, los kioskos, el Ferraor de Requejo, el Café Carolina…
Las
tenía en negativos y las empecé a escanear, fundé la página para compartir esos
recuerdos de mi juventud. Lo que vino después me desbordo. En mi juventud había
ganado premios nacionales de fotografía, hecho exposiciones, etc., pero la
interacción directa con el público en internet es absolutamente emocionante y
adictiva. Percibes cuando una foto funciona y cuando no. Comentarios, “me
gusta”, fotografías compartidas. Interacción con el público y emociones
compartidas, recuperación y creación de amistades. Y muchas ganas de volver a
hacer fotografías.
Los
comentarios de una persona que te dice que le has hecho llorar…
-De todas las fotografías (que son centenares), que
tiene en estos momentos la página, ¿con cuál o cuáles se queda? ¿Por qué?
Con
las que más llegan, las que de repente dan la vuelta al mundo y emocionan, las
que generan más comentarios: la del charlatán de la plaza, la de los kioskos
del parque, la de la niña tirando la bola de nieve al echador de sidra…
-¿Le gustaría trasladar la idea de la página a una
sala de exposiciones, recogiendo en una muestra lo mejor de la misma?
He
participado en muchas exposiciones, individuales y colectivas. Cuelgas las
fotos y las recoges a los 15 días. Te llevas un catalogo para casa de recuerdo.
No recibes apenas recompensa directa de la gente. Como te decía anteriormente, me quedo con
internet.
-Los comercios y los comerciantes están muy
presentes en la página, comercios que en su gran mayoría ya no existen
(librerías, kioscos, bazares, sidrerías…), ¿recuerda alguno con especial
nostalgia o cariño?
Recuerdo
sobre todo los que no fotografié, los que pensé que lo podría hacer más
adelante y desaparecieron. Los merenderos camino de Seana, las salas de juegos
de la calle La Vega, los chorizos colgados en la tienda de Roces…
-También los cines y teatros tienen su espacio en "Mieres, años 80 y 90”, ¿cuál de todos los que había en Mieres le trae mejores
recuerdos?
El
salón de actos del Polideportivo de Oñón
donde ensayaba con la escolanía dirigida por Sandúa y el domingo por la
mañana lo llenábamos para una sesión infantil de cine.
-Viendo esas fotografías, ¿qué otras cosas echa en
falta del pasado de la villa? ¿Cómo cree que ha evolucionado nuestro Mieres en
las últimas décadas?
A
pesar de que la nostalgia es un arma que transforma nuestros recuerdos, y de
que la crisis esta barriendo a nuestros jóvenes, yo soy un enamorado de la
ciudad y del entorno en el que vivimos. Tenemos que darnos cuenta de que vivimos
en una pequeña ciudad llena de los servicios de una ciudad más grande, y donde
nuestros hijos pueden ir andando sin peligro de una punta a otra de Mieres sin
apenas tener que cruzar una avenida peligrosa de tráfico.
Yo
que viví en Madrid 3 años, cuando viene un amigo le doy un paseo por el rio, le
enseño garcetas, truchas, patos, si hay suerte, alguna rapaz, cormoranes.
¡Alucinan!. Tenemos que aprender a
valorar lo que tenemos.
-¿Queda algún lugar o rincón que pueda decirse que
sigue estando como antes?
Hay
muchos rincones que están mucho mejor que antes. Cuando ves fotos en la página
en que se ve el entorno de Mieres, apenas quedaban árboles. El monte se ha
recuperado, el río no tiene ni comparación (a pesar de que se cometió el gran
error de ponerlo fuera de la ciudad, al otro lado de la autopista). La
peatonalización de la ciudad para mí es un enorme acierto.
-Y ya para acabar, ¿cómo le gustaría ver Mieres
dentro de, por ejemplo, quince o veinte años?
Creo
que debemos apostar por ser una ciudad de servicios en el entorno de la gran
ciudad que es el centro de Asturias. ¿Alguien puede pensar que La Corredoria es
más acogedora que Mieres para vivir?. Solo la estúpida especulación del suelo,
y la falta de promociones de suelo asequible (una Mayacina a tiempo) hizo que
muchos mierenses compraran en las afueras de Gijón u Oviedo lo que no podían
por el precio comprar aquí.
*Fotografías extraídas de la página. Para acceder a ella, pinchar (aquí)
*Fotografías extraídas de la página. Para acceder a ella, pinchar (aquí)
Comentarios
Nun tengo el gustu de conocer personalmente a José Ramón, pero sí que sigo dende casi el principiu la so páxina web en Facebook y nótasei una entrega, una pasión pela fotografía que muy poques persones tienen (incluso profesionales que se ganen la vida d'ello).