Confieso
que nunca fui de bañarme en ríos, pantanos o embalses. Siempre fui más de mar
en lo que a baño en la naturaleza se refiere. Sin embargo, tengo que confesar
que me gusta ver a la gente cómo se lo pasa genial dándose un chapuzón o
chapoteando un poco en el río.
Mucha
gente piensa que lo de bañarse en los ríos es algo que aquí no se ve, que es
más de Castilla. Pero no, no hace falta irse lejos para verlo: cualquier tarde,
en cualquier tramo del Caudal que sea accesible, se puede ver a gente bañándose
y disfrutando un poco del agua y del buen tiempo, como los que aparecen en la
fotografía que acompaña al artículo, y que fue tomada hace unos días a eso de
las siete de la tarde, a la altura de Sovilla, en el lugar donde los ríos Lena
y Aller se juntan y hacen nacer al Caudal.
Pero
no solo esa es zona de baños. Como comentaba, hay muchísimas más: a la altura
del barrio La Vega, en Ujo; a la altura de la fábrica de Mieres Tubos, en la
zona de El Norte; en Ablaña, a la altura de las viejas tolvas de Hunosa…
*Gente bañándose en el río a la altura de Sovilla. |
Al
río baja la gente, y muchos se llevan desde pelotas de playa, a tumbonas,
pasando por toallas, bolsas con la merienda e, incluso, alguna sombrilla.
Alguno no se lleva el coche porque no puede. ¿Qué ocurre muchas veces? Pues que
a la tumbona se le rompe una pata y se deja escondida entre la maleza para no
cargar con ella, esperando que cuando el río crezca, se la lleve. Lo mismo
ocurre con el balón de playa que pincha, o con los envoltorios de la comida que
se lleva. En cada tramo debería haber una señal que indique la obligación de
dejar el lugar en el que se ha instalado tan limpio como se encontró, al igual
que hay este tipo de señales o letreros en cualquier playa.
Por
último, y sin salirme del tema de la limpieza, un contenedor cerca del acceso a
cada una de estas zonas de baño tampoco estaba mal, precisamente para evitar lo
anterior.
Con
estas tres pautas estoy seguro de que conseguiríamos espacios para el baño en
el río tan válidos como cualquiera de las playas fluviales. Es una pena que
tengamos tantos kilómetros de río y que no lo aprovechemos para nada.
Y
con esta última “Tribuna” termino mi
primera temporada como articulista sobre el concejo de Mieres (los que sean
lectores habituales recordarán que, antes de esto, hace dos años, hacía la “Ventana a Asturias” y, hace tres, el “A pie de calle”). Espero que les haya
gustado mi estilo y los temas que he tocado en estas cuarenta y pico tribunas.
En septiembre, más y seguramente mejor.
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Comentarios
Ye una zona que baxa muy pocu agua y que casi nun tien ningún pozu, y que sí que tien varies zones como la de la foto, pa dexar toalles y demás enseres.
Taba bien fecho.
eh jeromín?