Dicen que la realidad supera a la
ficción, o lo que es lo mismo, que hay cosas que, por increíbles que parezcan,
son reales.
¿Qué se les viene a la cabeza si les
digo Goncesco? Seguramente, algo de un culebrón cargado de negociaciones,
disputas judiciales y tasaciones varias iniciado hace décadas. El objeto, tres
parcelas en pleno casco urbano que fueron recalificadas a finales de los años
80, como parcelas de uso o equipamientos lúdicos. ¿Qué implicaba esto? No poder
construir. ¿Qué opciones tenía el propietario de las parcelas, que encima era
una empresa constructora? Una: pedir su expropiación forzosa, con arreglo a la
ley.
La recalificación acabó costando al
Ayuntamiento de Mieres tres millones de euros, unas cuantas idas y venidas por
los juzgados y el Jurado de Expropiación del Principado, y quebraderos de
cabeza. De hecho, hace unos días se conocía que el Tribunal Supremo rechazaba
el enésimo recurso de la constructora, con el que pretendía conseguir que se le
pagasen otros cinco millones de euros más.
*Photocall de la entrega de los galardones. |
A esos galardones acude la clase
política, representantes de las entidades patrocinadoras y de la asociación que
los otorga y mucha prensa, televisión incluida. Buscando en la web de la
asociación, encontraba que es un patrocinador habitual desde que comenzaron a
otorgarse estos galardones.
Me gustaría ver cómo es el encuentro
de los responsables de la empresa y de los miembros del Gobierno local que
acuden a la entrega de los galardones. Aníbal Vázquez y los suyos han criticado
y lamentado en numerosas ocasiones durante los últimos años que si Mieres no
tiene ni presupuesto ni mayores inversiones es precisamente por lo que ha
habido que sacar de las arcas municipales para pagar a Goncesco, guardando
además, por si las cosas salían mal y había que seguir soltando dinero. Insisto,
¿cómo será ese encuentro anual tras tantos juicios y tantas historias?
Igual de curioso es lo de Goncesco
como lo de Liberbank o Banco Sabadell, tras los últimos cierres y ajustes en
diferentes sucursales del concejo, aunque quizás va más en consonancia con la
doble moral de los bancos: olvidarse del cliente y recortar pero manteniendo la
inversión en todo aquello que pueda darles publicidad.
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Comentarios
Es lo mismo que hacen muchos de los que van a misa un domingo: van para limpiar su conciencia y dan limosnas solo para lavar su imagen.
De todas formas entiendo que Goncesco es un negocio de construcción que seguramente no pasa por su mejor momento y que vio en la expropiación de esas fincas una oportunidad para ganar unos millones. Es lógico que quisiese más, yo en su lugar también lo hubiera pedido.
La cuestión es, ¿para qué se recalificaron como uso lúdico esos terrenos, si se sabía que tenían un dueño? ¿No se haría pensando ya en esto que acabó por pasar y en beneficiar al dueño?
la gente no lee, no sabe leer, o habla de cosas sin tener ni puta idea..
A IU le vendría políticamente de maravilla, con su mayoría no sería difícil crear la comisión y se anotarían un buen tanto a su favor y contra quienes gobernaban en aquel entonces. Les valdría minutos de tele, prensa... Pero nada, oiga.