USTED DENUNCIA: El estado de las aceras del puente entre Ablaña y Cardeo / Falta de alumbrado público en La Villa

Como en cada entrega, les ofrecemos dos nuevas denuncias de nuestros lectores.
¿Qué es lo que deben hacer para enviarnos sus denuncias y quejas, siempre que versen sobre asuntos relacionados con Mieres? Es muy sencillo: contactar con nosotros a través de un correo electrónico a elblogdelmierense@gmail.com, o mediante mensaje privado a través de Facebook o Twitter.
Pueden enviarnos escritos, vídeos, audios, imágenes, presentaciones en Power Point... Por nuestra parte, solo pedimos que se haga constar la palabra ‘denuncia’ en el asunto del mail o del mensaje de Facebook o Twitter y que se adjunte una pequeña explicación de lo que se nos muestra y se pretende denunciar.

Un puente sobre el Caudal une Ablaña y Cardeo, permitiendo tanto la circulación vial como la de peatones, a través de las aceras con las que cuenta y cuyo estado es el objeto de la denuncia que nos envía Juanma.

“Como mucha gente, soy muy de caminar hasta Ablaña, pasar el puente y volver a Mieres caminando por el arcén de la nacional. Sin embargo, vengo observando que las aceras del puente están cada día más abandonadas. No hablo de basura y maleza, que sobra. Hablo de que por ejemplo, se ha hundido el hormigón de las aceras en algunos lugares, hay tapas de alcantarillas que están desencajadas por esos hundimientos, con el peligro que podría tener pisar una y caer y romper algo”.

“Con la de impuestos que pagamos lo mínimo que se puede exigir es que se mantengan en un mínimo de condiciones servicios tan básicos como el alumbrado en estos días cortos de otoño y los que vendrán de invierno”. Con estas palabras se refiere Marta al objeto de su denuncia, con la que nos lleva hasta el barrio de La Villa.

“No es normal que muchas farolas del barrio no funcionen y las que sí se apaguen a las ocho menos cuarto de la mañana, cuando en calles como Ramón y Cajal o Reinerio García siguen encendidas hasta casi las nueve”, comenta nuestra lectora.
“Esta es una zona con mucho movimiento desde primera hora de la mañana: niños que van al instituto, los que salimos a trabajar, gente que va a la estación… Y hay días como estos últimos de lluvia en los que a las ocho de la mañana era necesario encender la linterna del móvil para ver bien dónde se pisaba, tal y como os muestro en las fotografías”.

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